lunes, 9 de marzo de 2009

Festival del calabacín III: The Return of the Zucchini

Los calabacines han sido un ingrediente del que nos hemos tomado un largo descanso en esta casa, especialmente desde el Infausto Incidente con los Calabacines. Pero bueno, en esta barraquita montrealesa todo termina si no por olvidarse, al menos por perdonarse, y monsieur M. ya empieza a ser capaz de ver de nuevo un plato compuesto de esta cucurbitácea sin que se le extravíe la mirada y le den vahídos.

En cocina yo funciono mucho por lo que veo por el mercado, soy incapaz de planificar nada de antemano, por eso a veces he tenido esos problemillas de gestión del excedente de calabacines, problemillas que me han permitido pasar gratos momentos buscando recetas en internet. Ajem.

Hoy os voy a dar una recetilla cuyo origen ya no recuerdo (tengo una vaga imagen de un periódico gratuito en el metro..., aunque creo que la reformé un poco y se convirtió en un clásico), una receta sustanciosa y nutritiva de una crema invernal de calabacín.
En Quebec, la comida del mediodía es más ligera que la cena, y con la de meses de invierno que nos chupamos por estas latitudes, una sopa bien alimenticia forma parte casi obligada del almuerzo. Normalmente se acompaña de pan con mantequilla, crackers o scones salados, y a la sopa la sucede un sandwich.

Crema invernal (sí, todavía) de calabacines

- 1 kilo (creo) de calabacines. En cualquier caso, una bolsa de súper bien llena, (¿unos 7, 8? A ver, los que están poniendo mala cara por mi falta de precisión: que no soy Martha, leñe).

- Caldito de pollo o de verduras. O de algo que sepa a algo más que a agua.

- Un bote de unos 500ml. de alubias (o judías, es que me sale la vasquitud) blancas cocidas.

- 2 cabezas de ajo (hermosotas, yo es que con el ajo soy un poco desenfrenada).

- Perejil o cilantro fresco para servir.

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Se corta la parte superior de las cabezas de ajo, y se meten a asar a horno medio (unos 180º), en chemise (con la piel). Cuando la cocina empieza a oler maravillosamente y se pueden pinchar con un tenedor, están hechas.

Cubrir el fondo de una cazuela de aceite de oliva, calentarlo, apretar con los dedos las cabezas de ajo para extraer todo el contenido y sofreír un poco en el aceite junto con los calabacines (sí, mon bigfoot chéri, otra vez calabacines) cortados en pedazos. Cuando se han dorado un poquito, añadir las alubias (si son de lata, pasarlas previamente por el grifo para eliminar el sabor a metal), dar un par de vueltas a todo y cubrir con el caldo.

Añadir la sal y un poco de pimienta blanca y cocer a fuego medio hasta que los calabacines estén hechos. Pasar por la batidora y servir con un poco de cilantro fresco. Otras guarniciones interesantes son un crujiente de jamón (próximamente en sus pantallas), o un poco de queso parmesano cortado en finas laminitas. Lo untuoso de esta crema con el sabrosísimo fondo de ajo hará que nadie se crea lo poco que os ha costado cocinarla. Interesante forma de camuflar las alubias, si tenéis melindrosos en la familia que les hacen ascos a las legumbres.

8 comentarios:

Dispersa Desastre dijo...

Pues mira, no he probado yo esta crema de calabacín. Siempre hago la clásica con puerro rehogado y patata. Me la apunto.
Un besuco.

La Lupe dijo...

Mm. Aquí en Canarias se hace una con calabacino, calabaza y papa que queda muy rica (y anaranjadita, que es un color que a mí me sube la moral; llámame loca, pero no me suelen gustar mucho las cremas clásicas de calabacino porque quedan de un beige verdoso medio triste, como de hospital). Ésta la pruebo hoy mismo. Aunque tenga que abrir la puerta del horno y resucitar tristes recuerdos.

The Intercultural Kitchen dijo...

Mmmmmhhh, yo también me pirro por las cremas de calabacín. Creo que hoy también va a haber en esta casa crema de calabacín con alubias (así se llaman también en mi tierra) y ajo, de las Canarias a Centroeuropa vas a ser la culpable del menú de este lunes pre-primaveral :P
Besos

Sara dijo...

Que rica. Esta me la apunto.

CRIS dijo...

Eh, otra nueva forma de tunear la crema de calabacín que es la que al final más cocino,además debe estar bien untuosilla y densa, tiene pinta de reconfortante.
Un beso

Anónimo dijo...

Me apunto al festival del calabacín. Riquíiisimo!!!! Un saludiño.

Ginebra dijo...

A mi los purés y las sopas me repugnan pero se la voy a colar a mis pollos, que seguro que agradecen que cambie de receta en los purés.

Arantza dijo...

Dispersa y Cris: sustituir la patata por las alubias, aparte de darle un toque diferente, aporta las proteínas necesarias para hacer todas esas cosas tan chulas que cose Dispersa, y todas esas recetas cítricas con las que nos deslumbra Cris:-).

Lupe: si tu horno no es capaz de asar un par de cabezas de ajos, yo le pondría una demanda por lo civil. 'Amos, hombre.

Noema, Sara y Cariño: y es tan fácil que con legumbre ya cocida se convierte en una receta casi impostora/don't make it, fake it. Ya huele a ajo, ya :-). Besucos.

Mafalda, digo Ginebra ;-): bueno, una cosa importante para que esta crema sea delicada y no cemento armado, es hacerla con textura de crema, justamente, textura más líquida que la del puré (reserva mucho caldo, que lo vas a utilizar). Yo me inspiré un poco de los repulsivos purés con los que Recia Cuñada ha hecho crecer a mis sobris (y ha resultado, porque están hermosísimos), purés enriquecidos de legumbre, hormigón y pescado cocido (todojunto :-), pero haciendo una versión para adultos: que no dé arcadas.