


Servir con una cucharada de yogur por encima, o sobre un poco de arroz blanco si es plato único, y un disco de Ravi Shankar de fondo si queréis la experiencia sensorial completa . Antes de probar la primera cucharada, husmear el humillo fragante que despide.
Los materiales utilizados en este soberbio arte popular suelen ser los que se encuentran fácilmente en el gran norte: el marfil de los colmillos de las morsas, las astas de los caribúes, la esteatita, también llamada jabón de sastre, porque es una roca blanda que se utiliza para hacer las piedras con las que las modistas marcan la tela, y que puede ser pulida hasta alcanzar esa suavidad y ese brillo tan característicos de este tipo de escultura.
Para terminar esta entrada, y si los fríos invernales os dan ganas de adentraros más en esta cultura interesantísima y tan desconocida, unas cuantas sugerencias de cosas que he leído y visto:
- la sugerencia cinéfila: las películas "Atanarjuat", del director inuk Zacharias Kunuk, y "The snow walker", del canadiense Charles Martin Smith. La primera es mejor que la segunda (en mi opinión), quizá porque el punto de vista no es "blanco". Pero el que se anime a verla está avisado de que para disfrutarla es mejor tener un entrenamiento previo de aguerrido espectador de documentales antropológicos y de cine de autor.
- el clásico de la literatura quebequesa "Agaguk", de Yves Thériault.
- "L'île de Tayara" ("La isla de Tayara"), de Jean Désy. No parece existir una traducción en español. Escrito de forma simple y sobria, casi puede ser considerado como literatura juvenil (esto puede animar a los que quieren practicar un poco el francés, leyendo algo no muy complicado), pero la visión de Nunavut a través de los ojos de una adolescente que se instala allí con su padre permite formarse una imagen del norte diferente a la que nos dan los documentales.
- el extremadamente interesante libro del etnólogo Jean Malaurie, "Los últimos reyes de Thule", que habla de la vida de los inuit groenlandeses, una cultura muy similar a la de los inuit canadienses. Probablemente más fácil de encontrar en francés.
- si os apetece buena ficción policiaca, con interesante información sobre Groenlandia y remarcablemente bien escrita, la novela "La señorita Smila y su especial percepción de la nieve", del danés Peter Hoeg. También existe una adaptación cinematográfica. Para leer bien arrebujado bajo el edredón.
Sobre todo en estas latitudes.
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* NOTA (un añadido de última hora, que va bien con el tema ártico):
Esta semana he empezado a leer una novela de Dan Simmons: "El Terror". La estoy leyendo en inglés, pero veo que ya existe una traducción en español (y para los amigos de Quebec, acaba de salir en francés, a un precio bastante escandaloso).
A pesar de su título (que proviene del nombre de un barco), no es exactamente una novela de terror, sino una novela gótica. Está basada en un hecho histórico, la segunda expedición de John Franklin en 1845 al archipiélago ártico canadiense, en busca del paso del Noroeste. Ésta es una de esas veces en las que la realidad supera ampliamente a la ficción: la expedición de Franklin , que constaba de dos barcos, el Terror y el Erebus, quedó atrapada durante dos años en los hielos árticos (en busca de un paso que aún no existía, a falta de calentamiento global). Se cree que la tripulación murió de una mezcla de tuberculosis, inanición, envenenamiento por plomo y botulismo (a causa de las conservas que transportaban como víveres), escorbuto y, finalmente, canibalismo (esta hipótesis ha sido formulada tras encontrar y examinar los esqueletos de la tripulación), motivado probablemente por las horribles condiciones en las que subsistieron los marinos.
Como veis, Dan Simmons no necesitaba añadir mucha ficción a la historia para que resultara aterradora. El tema no es de una alegría terrible, pero siempre me han fascinado las historias de expediciones árticas. Acabo de empezar a leerla, así que aún no me he formado una opinión, pero el tiempo aquí es perfecto para acompañar este libro.
En la barra de video os dejo (durante un par de días), un poco de música inuit: los juegos o cantos de garganta .
(No fui capaz de terminarme el plato. Hice la foto, los probé y los tiré. Todo sea por la ciencia.)
Los mac'n cheese caseros, hechos con queso de verdad, con su parmesano y su costra de pan rallado por encima. Gratinaditos. Reconfortantes.
A las dos amables "desconocidas" que menciono en el título, parafraseando a Blanche en "Un tranvía llamado deseo" (y casi en su mismo estado de decrepitud mental, todo hay que decirlo), no sé muy bien qué decirles, salvo: ¿qué he hecho yo para merecer esto? En el mejor sentido de la frase.
Y gracias. De verdad. Y no sólo por los regalos.
3) Dans mon dernier rapport, il avait atteint le fond. Eh bien, il a recommencé à creuser.
3) En mi último informe, había tocado fondo. Pues bien, ha vuelto a empezar a cavar.
4) Il se fixe des niveaux de performance très bas et ne les atteint pas régulièrement.
4) Se fija niveles de rendimiento muy bajos y con regularidad no los alcanza.
5) Cet employé devrait aller loin. Et plus tôt il partira, mieux ce sera.
5) Este empleado llegará lejos. Y cuanto antes salga, mejor será.
6) Cet employé prive un village, quelque part, de son idiot.
6) Este empleado está privando en algún lugar a algún pueblo de su loco.
7) Pas le couteau le plus aiguisé du tiroir.
7) No es precisamente el cuchillo más afilado del cajón.
8) Un gros ignorant! 144 fois pire qu'un ignorant ordinaire.
8) ¡Un enorme ignorante! 144 veces peor que un ignorante normal.
9) A une mémoire photographique mais avec le capuchon de la lentille collé dessus.
9) Tiene una memoria fotográfica pero con el tapón de la cámara puesto.
10) Un organisme unicellulaire le bat au test de QI.
10) Un organismo unicelular le gana en el test de cociente intelectual.
11) A donné son cerveau à la science avant d'en avoir fini avec.
11) Donó su cerebro a la ciencia antes de acabar con él.
12) Est tombé de l'arbre généalogique.
12) Se cayó del árbol genealógico.
13) Les barrières sont descendues, les lumières clignotent mais le train n'arrive pas.
13) La barrera ha bajado, las luces parpadean pero el tren no llega.
14) Il dispose de deux cerveaux; le premier s'est perdu, l'autre est parti à sa recherche.
14) Dispone de dos cerebros; el primero se perdió y el otro se ha ido a buscarlo.
15) Si les cerveaux étaient taxés, il obtiendrait une ristourne.
15) Si hubiera impuestos sobre los cerebros, obtendría un descuento.
16) Un peu plus stupide et on l'arrose deux fois par semaine.
16) Un poco más imbécil y lo regamos dos veces por semana.
17) Si vous lui donniez un cent pour chacune de ses pensées, il vous rendrait la monnaie.
17) Si le dieran un céntimo por cada idea, devolvería el cambio.
18) En vous plaçant assez proche, vous pourrez entendre l'océan.
18) Si uno se sitúa lo bastante cerca de él, se oye el mar.
19) Certains boivent à la fontaine de la connaissance, lui, il se gargarise.
19) Los hay que beben en la fuente de la sabiduría, él hace gárgaras.
20) Dur de croire qu'il est arrivé premier parmi un million d'espermatozoïdes .
20) Difícil de creer que él es el que llegó el primero de un millón de espermatozoides.Con la maldita crisis que todos los telediarios se apresuran a recordarnos cada cinco minutos, la cuesta de enero nunca ha parecido más empinada. No pretendo deprimiros, pero si pensáis que la cosa está negra, no sabéis hasta qué punto puede estarlo aquí, en Quebec.
Porque encima de los centímetros añadidos a nuestras ya macizillas pistoleras, y de los gastos despendolados durante las fiestas, en Quebec existe una maligna tradición que empieza a ser realmente popular, durante los meses de enero y febrero. Una va de compras durante las rebajas, inocentemente, despreocupada, intentando encontrar a mitad de precio ese par de botas invernales fantásticas que le hicieron tilín antes de las fiestas, y, zas, ahí están, malignos, despiadados: los trajes de baño. Los biquinis. Los tangas. Los pareos.
Como sé que este enero más de uno intentará poner en práctica algunos buenos propósitos , tales como ir al gimnasio mínimo tres veces por semana, dejar de fumar, beber menos cervezas y hacer la dieta del pomelo u otras sandeces análogas (ya sabéis lo que pienso de las dietas milagrosas), y que las revistas en estas fechas nos agreden con titulares como "Fuera celulitis" o "Pierde esa tripita con cinco minutos de ejercicios al día", he decidido echaros una mano con una receta sana, parte de un programa de adelgazamiento que sigo desde hace tiempo, y que es mucho más llevadero: "Muslos delgados en treinta años". Este programa consiste en comer de forma razonable (permitiéndose episodios de glotonería indecente) y disfrutar de la vida, y pensar que si se está a finales de la treintena o a principios de la cuarentena, en treinta años la vejez hará que perdamos la mitad de la masa muscular y nuestros muslos parecerán mucho más delgados (un poco colgones, eso sí, pero no se puede tener todo). Y que dentro de tres décadas todos estaremos suspirando por tener el cuerpo serrano que tenemos hoy.