domingo, 28 de septiembre de 2008
El mercado Jean-Talon en otoño (II)
jueves, 25 de septiembre de 2008
Cómo eliminar a una marmota (the sequel)
... ehm, el invasor se estaba tomando demasiadas confianzas.
He recibido muchas y creativas sugerencias para expulsar a nuestro indeseable inquilino en vuestros comentarios y correos, tras cuya lectura me he alegrado mucho de que no conozcáis mi cara ni sepais dónde vivo, al menos algunos de vosotros. Y es que estas sugerencias van desde hacer una quema masiva de rastrojos incluyendo mi parterre asilvestrado, el del vecino, la marmota, y al mismo vecino si se pone chulo, pasando por plantar cepos para osos (estoo ¿he comentado que vivo cerca de una escuela primaria?), hasta una simpática receta de marmota teriyaki.
A veces me pregunto qué tipo de gente pasa su tiempo leyendo blogs. En cualquier caso, no dejéis de tomar vuestra medicación sin consultar previamente a vuestro psiquiatra, queridos lectores.
A lo que iba, tras recibir el "se abre la veda de la marmota" de monsieur M., mi budista y no violento bigfoot de marido, y considerar y acto seguido eliminar algunas de las propuestas recibidas de mis lectores, así como probar otras de amigos quebequeses (bolas de naftalina, radio encendida con grandes éxitos de Céline Dion o Locomía, linterna encendida, nudo corredizo, escopeta de postas... etc.), decidí investigar un poco, y encontré brillantes soluciones en...
... el catálogo completo de ACME, del que ahora existe una versión en papel.
Los jóvenes y lozanos lectores de mi generación y de alguna generación anterior, recordarán la variedad de recursos que propone la marca ACME para luchar contra animalitos recalcitrantes.
Al final, hemos optado por esta solución. El scarecrow. Simple. Ecológico. Eficaz. Jo&$*idamente caro.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
Cómo eliminar a una marmota (o persuadirla de que se mude)
lunes, 22 de septiembre de 2008
Otoño
(Extracto de "Belong to me", de Marisa de los Santos, tradución propia y chapucera).
Empieza mi estación preferida, la gran fiesta de la naturaleza antes del largo sueño invernal canadiense.
sábado, 20 de septiembre de 2008
Cerise de terre
Otro cultivo oriundo de América, que aparece en el mercado por estas fechas.
viernes, 19 de septiembre de 2008
jueves, 18 de septiembre de 2008
Vuelta al cole
Este post es exclusivamente para comunicaros que en los meses que se avecinan, quizá esté un poco menos "interactiva" que de costumbre. Por menos interactiva quiero decir que haré comentarios un poco menos a menudo en los blogs de los que soy lectora habitual (prácticamente todos los blogs de los lectores habituales del mío, más alguno que otro que no está en mi blogroll y que no suele comentar por aquí). Seguiré leyéndoos fielmente, casi todos los días, pero tendré menos tiempo para comentar. También seguiré publicando a menudo, aunque las respuestas a los comentarios no serán instantáneas (necesitaré unos cuantos días).
Os aviso para que no penséis que os desertado, el "blogging without obligation" hace ya tiempo que está colgado en este blog, pero hasta ahora no había tenido que utilizarlo, ahora hay múltiples cosas que me obligan. ¿Cuáles? Mi doble vida de estudiante -estoy intentando hacer lo que en España se llama un máster, al mismo tiempo que terminar la tesina que hará de mí una licenciada en lingüística, muy mala idea, lo de empezar unos estudios sin haber terminado los primeros-, combinando todo ello con un trabajo, y otro que se añade ahora en septiembre.
Como ya le decía a una amiga, creo que si elimino actividades superfluas como comer, dormir, e ir al baño, lo conseguiré sin tener que tomar estimulantes (bueno, los cancarritos de café mañanero no cuentan).
Pero vosotros seguid visitándome, ¿eh? Que vuestros comentarios son el motorcillo que me pone en arranque por las mañanas, antes de ponerme a revolucionar el mundo de la lingüística, o cualquiera de los otros mundos que frecuento todos los días. Hacéis que empiece el día con una sonrisa, que no es poco. La vida del superhéroe es dura, ya lo sabéis vosotros, sois todos superhéroes.
Un par de besos en todos esos carrillos. Smack! Smooch! ¡Mua!
martes, 16 de septiembre de 2008
El mercado Jean-Talon en otoño
Como no escribo lo suficientemente bien para describirlo, os he preparado unas fotos para que celebréis conmigo el cambio de estación.
lunes, 15 de septiembre de 2008
Las galletas del crimen
Como toda la generación nacida en los 70, soy un producto de la tele educativa, más concretamente, de "Barrio Sésamo". Así que espero que si algún antiguo director de programación de la época está leyendo esto, se sienta completamente consternado de los efectos que la tele puede tener en las tan tiernas y maleables mentes infantiles.
sábado, 13 de septiembre de 2008
Todos a paseo
Después de leer una entrada de Paco en su blog sobre el paseo, esa actividad nacional española, una vez más he sentido que este chico me ha leído el pensamiento. Hace ya años que lucho por introducir en Canadá - y especialmente, en Quebec- el concepto de paseo, actividad exótica por estas latitudes. Y hace ya años que lucho por introducir este concepto en la dura cabeza de mi quebequés de marido, quien, con nórdica obstinación, no termina de captar el espíritu de este agradable pasatiempo.
Con el tiempo y un par de visitas de amigos o familia españoles en pleno invierno, he podido entender el origen de esta fascinante diferencia cultural. Tras explicar a la visita que, o mueven el trasero a una velocidad más dinámica, o todos vamos a tener que ser tratados por hipotermia en el hospital más cercano, veo las cosas desde la perspectiva de mi gigante quebequés.
El abismo cultural se abre bajo nuestros pies cuando llega el calor. El dulce, húmedo y pegajoso verano montrealés se presta muy bien a la tranquilidad del paseo. Cuando propongo: "¿Vamos a dar un paseo?", ¡Zas! Veo la incomprensión que se anuncia en el poderoso entrecejo de mi nada abominable hombre de las nieves. La palabra queda suspendida en el aire, entre los dos. "Paseooo... ¿dónde quieres ir?" (¡Alarma! ¡Alarma! Parece que oigo las sirenas clamar en su eficaz cerebro de nórdico norteamericano. ¡Todos a sus puestos de combate! ¡Sugerencia ilógica!) Si respondo: "Ah, da igual. Donde sea. Lo que me apetece es simplemente dar una vuelta", empiezo a escuchar cómo chirrian los engranajes mentales de mi adorado hombretón, es casi como si oyera sus sinapsis neuronales explotar una tras otra. Y es que desde su más tierna infancia, como muchos quebequeses de "pura lana", monsieur M. no está programado para ninguna actividad fútil, estéril, sin utilidad ni sentido aparente.
Su herencia es la de muchas generaciones de colonos franceses luchando contra una naturaleza salvaje, en un clima inhóspito, activándose y apresurándose a la faena antes de las primeras nieves, como para perder el tiempo en chorradas, vaya.
Con el tiempo he aprendido a fijar vagos objetivos para tranquilizarlo. Cosas como "Vamos a buscar un ovillo de lana" o "Necesito nuevas acuarelas", marcan un rumbo a la caminata, que monsieur M. emprende braceando vigorosamente, a la conquista de la pelota 100% merino. Cuando ve que en camino, dilato el tiempo de la expedición mirando escaparates, sugiriendo un helado o un café, algo en su expresión denota que se siente ligeramente estafado, que de nuevo ha caído en la trampa, y que hay formas más rápidas de llegar a la tienda, caray. Porque, como dice Paco, su idea del paseo es ir del punto A al punto B, y vuelta.
Yo: -"Mon ours polaire d'amour, ¿qué te parece si hoy vamos al zoo de Granby?"
Monsieur M., levantando la cabeza del peldaño de madera que está recortando y mirándome como si le hubiera hecho la sugerencia más peregrina que hubiera oído nunca (y probablemente, es el caso): -"Uh, ¿al zoo? Yo pensaba que vivimos en algo que se parece mucho a un zoo. Hasta tenemos una marmota en el parterre delantero." (Intentando ostensiblemente eliminar pelos de gato de las perneras del pantalón).
Yo: -"Ja, ja. Muy gracioso. En serio, creo que he estado en un zoo una o dos veces en mi vida, y eso en España. Puede ser instructivo (ahí le convenzo, con lo de la utilidad), porfaaaaa" (dedito en la pechera de la camisa).
Monsieur M., con expresión un tanto reblandecida, mirando el dedito: -"Umphf, no sé, a mí me parece una actividad un poco infantil, y ni siquiera llevamos a un niño como excusa."
Yo: -"Yo soy bastante inmadura. Sirve como excusa."
Monsieur M.: -"Bof, vale, vamos. Pero para mí que esto va a ser otro de tus paseos" (en español).
El zoo, deprimente, como todos los zoos. Los animales tenían aspecto de estar atiborrados de tranquilizantes, los niños que los contemplaban tenían aspecto de estar atiborrados de Ritalín, y como era un día caluroso en plena hora de la siesta fáunica, estaban todos roncando, y los que no, nos ofrecieron magníficas vistas de sus magnas posaderas (¿una forma de protesta por su cautividad?). Los rinocerontes:
...los hipopótamos...
... y el elefante. Como podéis constatar, todos ellos típicos de la fauna nórdica :-).
Al menos, nos dimos un paseíto.
jueves, 11 de septiembre de 2008
Bonne fête, Québec / Feliz cumpleaños, Quebec (II)... y feliz aniversario, monsieur M.
Otra vista del castillo Frontenac, emblemático de la ciudad...
La muralla que rodea la ciudadela...
... otro fantástico trompe l'oeil, que decora la fachada de una de las casas del Petit Champlain, el barrio más turístico de Quebec...
Declaro el verano oficialmente terminado en Quebec. Así como mi amistad con María Fernanda.
Y para satisfacer un poco los bajos instintos voyeurs de mis lectores, (que sé que los tenéis, a quién queréis engañar), y de paso felicitar a monsieur M. por el décimo aniversario de nuestro encontronazo peregrino, ahí va una fotico de aniversario, también tomada a traición por mi ex-amiga mexicana. Joyeux anniversaire, M.
*Suspiro*.
Estas fotos son de las horas cercanas al crepúsculo, las más bonitas para ver estos edificios únicos.
Una de las puertas de la ciudad, la puerta de St-Jean.
La muralla... La vista nocturna desde el ferry que atraviesa el San Lorenzo, de Quebec a Lévis. Fue un bonito día.