miércoles, 4 de marzo de 2009

Asado sanguinario (y facilísimo) de paletilla

Yo, habitual comedora de tofu y verduritas, (aunque no vegetariana), a la que la carne roja -ni la carne en general- nunca suele guiñarme el ojo cuando me paseo por los pasillos del super, sufro una transformación preocupante cuando avanza el invierno (porque aquí aún es invierno, y lo que te rondaré, morena).

No me negaréis que esta señora da mucho miedo

Un par de mesitos a temperaturas muy bajo cero, y ¡zas!: veo un pedazo de inocente ternera, que nunca ha hecho daño a nadie, que hasta hace un par de días miraba con sus inmensos ojos marrones a su mamá la vaca, y me sorprendo a mí misma salivando y pensando en asados de paletilla.

Dominada por este impulso carnívoro, me he currado un asado de paletilla de ternera "À la Janette". El nombre viene de la entrañable Janette Bertrand, una veterana actriz quebequesa, que es algo así como esa abuela que todos quisimos tener, una Carmen Sevilla quebequesa y feminista, y la primera persona a la que escuché explicar la receta. Es una de esas recetas "Don't make it, fake it" de por aquí que tanto me gusta, por varias razones: se cuece lentamente (unas seis horas), con lo que todos los jugos de la carne se van destilando deliciosamente, el resultado de una cocción lenta es una carne increíblemente tierna, que puede cortarse con una cuchara, y la preparación es prácticamente inexistente (menos de cinco minutos). Me explico:

Ingredientes

-Sanguinario filetón de paletilla de ternera (o buey, si no tenéis barriga, cuanto más graso, mejor, ggrrrr) de al menos 3 cm. de espesor.

-Sobre de sopa de cebolla

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Se echa un poco de pimienta sobre el cadáver del pobre animal, se corta un buen pedazo de papel de aluminio, suficiente para envolverlo, el papel se unta ligeramente de aceite de oliva, se espolvorea con un poco del sobre de sopa, se coloca la tajada encima, se espolvorea con el resto de sopa -atención, no saléis la carne, la sopa ya contiene mucha sal-, se cierra bien el paquete asegurándose de que está lo más hermético posible, y se mete en el horno -en una fuente- a baja temperatura, entre unos 110 y unos 130 grados, depende del tiempo del que dispongáis y del espesor del filetón.

Para daros una idea, en mi horno -de convección- un filete bestial y prehistórico de 1 kilo 400 gramos tarda unas seis a siete horas, depende de la cantidad de grasa y de cuánto abra el horno. Cada horno es diferente, pero calculad que debéis meter la carne en el horno por la mañana, para que esté lista para la cena. Y refrescaros las reglas de tres que aprendisteis en el cole. Si queréis refinar un poco la cosa, a media cocción podéis añadir zanahorias, setas y patatitas.

Yo formé una montaña con las setas (cantarelas) cubriendo el filete, así el juguillo de los hongos impregnó la carne... mmmm, además lo regué con un poco de vino tinto. Y me curré un purecito de patatas como acompañamiento. Si queréis hacer esta receta trabajando lo menos posible, una ensalada verde para acompañarla es todo lo que necesitáis para una cena completa.

Después de zamparos esto, no organicéis ningún tipo de actividad que requiera agilidad física o mental. El único esfuerzo violento del que seréis capaces será el de estirar la manta por encima de la barriga, para dormiros una siestecilla.

El olor que flotará en vuestra cocina puede atraer osos, que no se diga que no os he avisado.

8 comentarios:

MªJose-Dit i Fet dijo...

Soy la primera??? guaiiiiiiii!!!! porque lo has publicado mientras me estaba leyendo tu entrevista y asi puedo decirte que me ha gustado todo...la receta...la entrevista...tu foto...tu romantica historia...porque reconoce que es una historia romantica...y como desde aqui donde estoy yo que la nieve no se ve ni en pintura lo del frio intenso como que se ve muuuuy idilico jajaja...un beso desde el otro lado del mundo!!!

Anónimo dijo...

Uyyyyy...tengo dos chuletas en el congelador...que digo yo que con ligeras variantes de tiempo (tan gordas no son...) van a hacer que el hombre que ya me adora gracias a las galletas de avena, beba los vientos por mi in saecula saeculorum!!! Gracias guapa!!!
Maite

Marona dijo...

Jo, hasta aquí han llegado los aromas del filetito... ¡qué hambre me ha entrado! ¡Así no hay quien cumpla la cuaresma, oye! ;) :D:D:D:D

Anónimo dijo...

Hummm!!! A mí que me falta hierro esta receta me viene de perlas.... Ya estoy babeando. Aunque no sé si mi gabacho aguntará tanto rato con el olorcillo por la casa y sin poderlo catar....

con Ka dijo...

Interesante la versión quebequesa del txuletón de kilo... aunque después de meterme eso entre pecho y espalda, ¡más que una siesta necesitaría un mes de hibernación!
Gracias por pasarte por mi blog y ah, estás muy guapa en la foto del Correo :D

CRIS dijo...

Me gusta esa etiqueta de "todos mis platos fueron fingidos", recetas a lo falsarius supongo.Bo sé que tiene la sopa de cebolla en sobre que siempre la utilizan para otras platos que no son sopa.Habrá que hacer el chuletón antes de que llegue el buen tiempo y empecemos a cocinar más ligero.

Lolah dijo...

Mmmm...no sé si pensar que este festín carnívoro es una sutil venganza contra la hippie de melena blanca del post anterior, si el día de su visita llega a coincidir con el asado pantagruélico no sé qué hubiera pasado...

Arantza dijo...

Maria José: bueno, ya veo que te has puesto al día en noticias y lecturas :-). El frío puede ser muy idílico, efectivamente. Hasta marzo. A partir del 1 de marzo empieza a ser un coñazo. Por eso cocino :-D.

Maite: esta receta hace las delicias de cualquier hombretón, garantizado.

Marona: hacia el Nirvana por la privación y el sacrificio, ¿eh? Je, je, je. Yo prefiero el camino del hedonismo. Pero es un camino que engorda. :-D

María: todo es cuestión de aplacar a tu Français :-) lanzándole unas tapas de aperitivo.

Con Ka: vaya, gracias. En cuanto a tu blog... era imposible leerlo y no sentir un ramalazo de empatía por tu chico, especialmente cuando ya se ha pasado por ahí. Dale otro abrazo de mi parte (y un chuletón, si se tercia ;-)

Cris: eres la primera que menciona la etiqueta (ji, ji). Falsa realmente no ha inventado el método, pero lo ha importado a las Españas con mucha creatividad y un humor estupendo (me gusta mucho cómo escribe). De hecho, creo que a veces se inspira un poco de las Américas, porque creo reconocer versiones de recetas "don't make it, fake it", de por aquí. A mí estos atajos me salvan la vida, y si se hacen con productos de buena calidad, no se tiene por qué comer peor. Siempre será menos malo que lanzarse a la comida rápida ¿no?

Lolah: nooo, mujer, yo no cocino nunca por venganza (es indigesto), sino por hambre :-). recuerda que la entrada de Naturópata Alternativa está etiquetada como "docuficción"= una dosis de realidad, con una dosis de ficción :-)