martes, 29 de septiembre de 2009
Montreal en Televisión Española
sábado, 26 de septiembre de 2009
¿Eres un adulescente?
Imagen de Ed Polish & Darren Wotz
A. Todos los muñecos de Star Wars que te faltaban para completar la colección. Y ese juego para la Wii que te apetecía tanto. ¡Yupi!
B. Piensas un poco en ese iPhone... ¡a la mierda las facturas! Respiras hondo, pensando en cómo pagar el alquiler de este mes sin renunciar a él.
C. Pagas las facturas, te las arreglas para dejar un poco en vuestra cuenta conjunta e invitas a tu compañera a cenar a un buen restaurante. Ahorrar es importante, pero un capricho de vez en cuando es razonable. Siempre puedes llevarte al trabajo el almuerzo hecho en casa, para compensar.
D. Pagas responsablemente todas las facturas, e ingresas el excedente íntegro en tu plan de pensiones.
A. Un chico. Un muchacho (o el equivalente) en América Latina.
B. Un joven.
C. Un hombre.
D. Un señor.
***
3. Tu compañera/novia/mujer te dice durante la cena que tenéis que hablar de algo importante:
A. Te tapas inmediatamente las orejas con las manos y repites canturreando: "Noteoigonoteoigonoteoigo..."
B. Te pones a pensar si no echan en la tele algún partido que pueda servirte como excusa para posponer la conversación.
C. Te acercas a ella, le pasas un brazo por los hombros y le preguntas, un poco inquieto: "¿Pasa algo grave, cariño?"
D. Le dices que sabías que finalmente accedería a que tu madre viviera con vosotros. Y que estás orgulloso de que tu mujer no sea una ingrata.
***
4. Cuando vas a visitar a tu madre...
sábado, 19 de septiembre de 2009
Blueberry Muffins Blues / El blues de los muffins de arándanos
sábado, 12 de septiembre de 2009
Barras diligentes de dátiles "vuelta al cole" / "Back-to-school" Dutiful Date Squares / Carrés aux dattes de la rentrée
Calvin
"My education was dismal. I went to a series of schools for mentally deranged teachers." ("Mi educación fue siniestra. Fui a varios colegios para profesores con problemas mentales.")
Woody Allen
Yo no sé si a vosotros os pasa, pero a mí, como a todos a los que nos ha gustado ir al colegio y estudiar, cuando llega la vuelta al cole me entra un ramalazo de envidia al ver a los peques desfilar el primer día con sus flamantes mochilas nuevas. Tampoco vayáis a pensar que yo estudié en una escuela idílica y maravillosa, no, mi colegio andaba muy lejos de ser Hogwarts. Sufrí mi dosis de profesores amargados y de compañeros de clase odiosos. Pero también tuve algún buen profesor, me gustaba aprender, me gustaba la rutina escolar (sí, sí) y a finales de agosto yo era una de esas niñas bastante nerdy que miraba con arrobamiento su goma de borrar y su lápiz nuevos, abría sus libros y los hojeaba con entusiasmo. Tantas páginas con delectable olor a libro nuevo, tantas promesas de aprendizaje masacradas luego por enseñantes incompetentes... Creo que ese amor por la escuela debe de ser la razón por la que tantos desequilibrados como yo terminan por ser profesores.
En Quebec los chavales volvieron al cole la última semana de agosto, así que Monsieur M. (que comparte conmigo ese amor por la escuela, pero que es demasiado estable mentalmente como para trabajar en la enseñanza) y yo ya hemos pasado nuestro momentito de nostalgia de cada septiembre, que invariablemente superamos comprándonos un cuaderno cada uno. Como este año no trabajo en la escuela, mi caso se ha agravado un poco, y he tenido que acompañar el cuaderno de un diccionario nuevo, cosas ambas que han hecho que me sienta mucho mejor.
Una de esas cosas muy socorridas para llevar en el bolso, por lo compacta, poco perecedera y porque no se aplasta en el fondo convirtiéndose en un pegote irreconocible, son las barras de cereales. Cuando llegué a Canadá, la moda aún no se había extendido a España, pero aquí era la fiebre de la super-nutrición-en-barra. Barras de granola, barras de fruta deshidratada, barras de proteínas. Y cuando uno mira los ingredientes de cerca, se da cuenta de que la mayoría de las marcas más populares contienen sobre todo un ingrediente: azúcar. O sirope de glucosa, sirope de maíz o fructosa, todos ellos igual de poco saludables que la buena y vieja azúcar. A eso le añades unos cuantos cereales rancios, aceite de palma hidrogenado, lo bañas de una capita de chocolate malo, y voilà!. Mierda en barra. Perdón. "Barra energética", lo llaman por aquí. Que la mayoría de las bienintencionadas madres meten en los almuerzos escolares de sus hijos pensando que es alimento, cuando equivale a un KitKat. Pero sin el placer culpable.
BARRAS DILIGENTES DE DATILES / CARRÉS AUX DATTES
Ingredientes para el relleno:
- 500 gr. o 4 tazas de dátiles, cortados por la mitad y deshuesados
- 1 taza (o más, depende de lo frescos que estén los dátiles) de agua caliente- 1 cucharada sopera de zumo de naranja
- 1 cucharada sopera de Maizena- 1 cucharada de té de extracto de vainilla
- 1 pizca de clavo molido (esto es mi toque personal)Ingredientes para la masa
- 1 taza y media de harina integral- 1 taza y media de avena
- 1/2 taza de azúcar moreno (o miel, o sirope de arce)- 1/2 taza de mantequilla, margarina o aceite vegetal ( no de oliva, algo de sabor más neutro)
- 1 cucharada de té de bicarbonato- 1/2 cucharada de té de sal
PreparaciónEn un cazo a fuego medio, mezclar los dátiles con el zumo, la vainilla y el agua (previamente calentada en un cazo aparte). En una taza aparte, disolver la cucharada de Maizena con un poco del agua caliente y mezclar con el resto. Revolver bien y vigilar para que no se pegue (añadir más agua caliente si es necesario), hasta que los dátiles hayan absorbido el líquido y se hayan ablandado. Como la cantidad de agua es variable, el resultado debe ser un puré bastante espeso. Retirar del fuego y pasar un poco por la batidora, si os gusta un relleno de aspecto uniforme. Si lo preferís chunky, dejar enfriar tal cual.
Cubrir el fondo de una fuente de horno rectangular -previamente engrasada- de la mitad de la mezcla para la masa, apretándola un poco con las palmas de las manos. Verter uniformemente el relleno de dátiles y extenderlo, alisándolo bien. Echar por encima el resto de la masa, distribuírla de forma uniforme y apretar ligeramente. Al horno, ¡hop!, 30-35 minutos, hasta que se dore un poco.
Por cierto, con dátiles también pueden hacerse otras cosas muy ricas.
domingo, 6 de septiembre de 2009
Flechazo / The early bird gets the worm
jueves, 3 de septiembre de 2009
Bon appétit!
A pesar de mis trabajos forzados, este mes de agosto tuve tiempo para ir a ver la versión cinematográfica del libro basado en el blog de Julie, del que ya os hablé. Para mi sorpresa, la película "Julie & Julia" fue mucho mejor de lo que me esperaba. No me esperaba gran cosa, sino una versión del libro de Julie muy edulcorada y deslavazada para todos los públicos. Y sí, es verdad que la historia ha sido convenientemente aseptizada (los numerosos "fuck" que jalonan el libro fueron eliminados, así como ciertos episodios que implican gusanos, comida en descomposición y un asunto gelatinoso con una pata de ternera y un áspic de huevos, ugh), pero Meryl Streep está simplemente genial, con una "G" mayúscula.