Lo más característico de vivir en un país en el que los cambios de estaciones son muy marcados (veranos muy calurosos, inviernos muy fríos con mucha nieve), es esa impresión que uno tiene de que los ciclos empiezan y terminan, y vuelven cada año de forma inexorable.
Las primeras fresas y el ruibarbo anuncian el verano, las primeras hojas rojas, los crisantemos y las calabazas en el mercado, el otoño; los gansos salvajes volando en formación, cruzando el cielo por encima del patio trasero, la llegada de los primeros fríos. Cuando se escucha desde la cocina a estos ruidosos escuadrones aéreos pasando por encima del cielo montrealés, ese ruido no engaña: si los gansos emprenden el largo camino del sur, el calor se terminó.
La seguridad de poder anticipar el cambio que se avecina es extrañamente tranquilizadora. Si hay algo con lo que podemos contar siempre, son los cambios. Y la fugacidad de las estaciones que pasan, brillando brevemente, nos urge a aprovecharlas hasta la última gota. Creo que por eso me gusta tanto Quebec, a pesar de sus largos inviernos. Es fácil sentirse vivo cuando se vive en una naturaleza siempre cambiante. La nostalgia de lo que se termina siempre se alivia con la impaciencia de lo que viene.
Los arándanos, fruta de la mitad final del verano, anuncian que el otoño está a la vuelta de la esquina. Uf, nostalgia de final de verano y "fugacidad" en un mismo post. Tempus fugit y muffins. Creo que es hora de que termine.
Por cierto, la receta.
24 comentarios:
Yo quiero! A ver dónde encuentro unos arándanos....:( En las fotos están tan apetecibles...
A mí también me gustan las estaciones. Cada una tiene su "algo " especial. Yo estoy esperando a que empiecen a cambiar de color las hayas...
¡Menudas fotos voy a hacer!
Desde que encontré esta frase no hace más que acompañarme: "La felicidad consiste en saber unir el final con el principio". Es de Pitágoras, y parece que no se refería a su teorema, sino a algo parecido a lo que tú cuentas.
Tus fotos son preciosas.
Feliz entrada en el otoño canadiense.
Besos.
Esperanza.
Qué bien explicado. Yo también estoy impaciente por la llegada del otoño, las calabazas en supermercados y en rellanos, pero al mismo tiempo con nostalgia por el verano que se acaba. Muffins fugaces... los llamaría yo.
Tienes razón en lo de las estaciones, yo me fijo en los productos que llegan al mercado y digo...ya estamos en otoño, ahora los calacus ( y que pormeten ser cremas y sopas calentitas) llenan los secaderos en mi casa y los patos, vuelan despistados alrededor del edificio donde vivo como diciendo,antes parabamos aqui para emigrar, ¿no?...la vida es estrañamente ciclica...me encnata, y tambien me encanta la receta con arandanos...tratare de encontrarlos por aqui. Bicos
Qué bonitas fotos, se desparraman los arándanos... pues tengo medio kilo en el congelador desde hace un mes cuyo destino aún no tengo decidido... qué pelma que soy.
Yo también estaba deseando que llegase el otoño, con sus chaquetas, sus calabazas y sus comidas calentitas. Estos muffins tienen, cómo no, una pinta deliciosa. Pero aquí, como cuando vivía en España, todas estas frutas (arándanos, moras, frambuesas, etc.) las veo sólo en cajitas minúsculas a precios desorbitados :(
¡Cómo entiendo esos sentimientos tuyos! Las marmotas sabemos mucho de ciclos y de estaciones, de cómo en un año las cosas se repiten puntualmente. Por eso mis años aquí en Austria son los años de la marmota. Un abrazote :)
Estupendo post. Simpático y nostálgico, a la vez. Donde yo vivo apenas tenemos otoño y primavera (un par de semanas, en cada caso)pero para mi es una de las mejores épocas del año.
Adoro los arándanos, hermosas fotos, cuando estuve en Montreal hace algunos años, me volví adicta a los moffins de arándanos, zanahorias y unos que eran de fibra....no recuerdo el nombre, cuando regresé a Chile me traje cajas con masa lista y lugo los comence a hacer....que lindos recuerdos.
Muy entretenido tu blog, saludos desde Chile,
Titi
Una conocida mía colombiana se suele quejar de los cambios de estaciones en España (y eso que los inviernos barceloneses son muy suaves...). Dice que tanto el frío como el calor le parecen extremados, y que en su tierra no hay apenas cambios de temperatura. Yo siempre le digo que no podría vivir sin estos cambios, que me aportan esa pequeña ilusión que te hace ir viviendo...
Que por cierto, hace poco probé un postre a base de arándanos sencillo y riquísimo: estaban puestos en una sopa dulce de vino tinto algo reducido, con un poco de azúcar, y crudos, acompañados de una bola de sorbete de fruto de la pasión, creo. Nunca los había probado crudos, siempre los había tomado en dulces o en pacharán, y me sorprendieron, son algo ásperos, con un sabor muy característico, no tan explosivo como otros frutos del bosque. A ver si te animas a hacerlo.
Vir: si no encuentras arándanos congelados, ahora es la época de las moras, así que tienes una buena excusa para una escapada al monte, tú, que no lo tienes lejos. ;-)
María: acabo de tener un "flash" de los hayedos en la ladera del Anboto en esta época... *suspiro*. Y yo que las vea, tus fotos.
Esperanza: muy bonita, esa frase. Resume muy bien el post. Feliz otoño a tí también.
Noema: je, es verdad que podría haberlos llamado así, por lo que duraron :-). Aquí ya han llegado las calabazas (aunque no a los rellanos, menos mal, la gente espera un poco), y los crisantemos, y yo aquí, encadenada y sin poder ir al mercado. Dentro de poco...
An: curiosidad: "calacus"... ¿son calabazas?. Lo mismo que a Vir, An, puedes hacerlos con moras o frambuesas, y también estarán muy ricos.
Miriam: vengan esos muffins, pues :-). O una mermeladita.
Ella: ¿y con ciruelas? ¿De calabaza?
http://micocinaenmontreal.blogspot.com/2008/11/pluperfect-pumpkin-muffins-muffins-de.html
¿O de zanahoria? (que también es muy otoñal). Ando poniendo a punto una versión del pastel de zanahoria, a ver si puedo publicarla dentro de poco.
Marona: mmh, ¿no crees que los años de la marmota tendrían lugar también en España? ¿Es realmente algo que tiene que ver con el tipo de clima en el que vivimos, o más con la edad, y volver a vivir otro otoño? Vamos, lo digo así, por estimular la reflexión :-).
Jose Antonio: en eso coincidimos, el otoño es mi época del año preferida. Como lo prueban todos esos posts que milagrosamente tuve tiempo de publicar el año pasado en septiembre y octubre.
Titi: no necesitas cajas de preparación para muffins, mujer. Te puedes cocinar unos "from scratch" bastante fácilmente, siguiendo esta receta. Saludos a Chile.
Ander, mon ami: permíteme una pequeña aclaración: creo que tienes una confusión entre arándanos y endrinas. Las endrinas, con las que se hace el pacharán, son de la familia de las ciruelas, tienen un sabor ácido y astringente y un hueso. El aspecto (sobre todo el tamaño y el color) es muy similar al de los arándanos, pero no tienen ese pedunculillo. Los arándanos crecen en una zarza similar a la de las moras, no tienen hueso y saben muy, muy dulces. Son una de las comidas preferidas de los osos quebequeses, que por cierto se pasean bastante cerca de los humanos estos últimos días en Quebec. Perdón por la plasta. Besos.
Qué va, no es ninguna plasta, al contrario, así aprendo... Lo que yo tomé no tenía hueso, así que serían arándanos; eran dulces, pero no en exceso, algo rasposos, un poco como las moras (aunque no sé si sería por el vino que llevaba el postre). Añade a mi confusión que los tomé en el Pirineo francés y los llamaban myrtilles... Ahora me queda clara la diferencia, y eso que he tenido endrinas en casa, cogidas en el campo por el tío Aniceto (tío de mi madre, párroco de Berastegi) y que nos mandaba en cajas de zapatos... Una vez mi padre fue a por unas pocas botellas de anís a la bodega del barrio para preparar pacharán, pero había tantas endrinas que fue como cuatro veces a por más anís... Le acabarían tomando por beodo (y perdóname a mí por la plasta ^_^).
Bueno, pues para el que quiera mercarse una tesis doctoral en arándanos, endrinas, y otros frutos silvestres (no seremos nosotros, Ander, que bastante tenemos ya encima :-), ahí van un par de enlaces que lo dejan todo bien claro:
La endrina, cuyo arbusto se llama en francés "prunelier" (porque es de la familia de las ciruelas):
http://es.wikipedia.org/wiki/Prunus_spinosa
Y el arándano, llamado "myrtille" en Francia, "bleuet" en Quebec:
http://fr.wikipedia.org/wiki/Myrtille
Y no creas, la primera vez que tuve que escribir en castellano sobre esta baya, la traducción fue complicadilla:
http://micocinaenmontreal.blogspot.com/2008/08/gteau-aux-bleuets-et-lorange.html
Chica, ¿pero todavía te queda tiempo para buscarnos bibliografía a estos tus ignorantes lectores? ¡Olvídanos ahora mismo y ponte a buscar bibliografía para tu tesina! Cachisss... y gracias, yo también estoy hecha un lío con tanta baya.... ¡vaya! :-D Me voy a empollarme los enlaces!
Mmmm, el Gâteau à l'orange et aux bleuets tiene también un aspecto estupendo (y mejor el tuyo que el de la receta original)... Menudo lío que encima en Québec a los myrtilles les llamen bleuets (encima, en castellano hay quien les llama mirtilos, pero no lo encuentro en la RAE)... Ahora ya me queda clara la diferencia entre ambos frutos y nunca más confundiré arándanos con endrinas (creo que no es la primera vez que tengo tal confusión y que mi madre ya me había corregido, toda escandalizada, al decirle que el pacharán se hacía con arándanos). Ya me callo.
Noema: estas cosas las busco mientras me hago los deberes, que consisten últimamente en buscar los años y ciudades de edición de la bibliografía que me he tragado estos dos últimos años, cositas que podrían interesarte, nada ignorante lectora:
http://books.google.ca/books?hl=en&lr=&id=8RQ_v9GoHsYC&oi=fnd&pg=PR4&dq=Linguistic+imperialism&ots=bmDVvP7KpA&sig=Hk8OmkTBOfbec0hit2pgm9J7V9U#v=onepage&q=&f=false
Uf, vale, ya sigo.
Ander: a lo mejor esta confusión que tiene tanta gente por allí es porque los "blueberries/mirtylles/bleuets/arándanos" son muy poco frecuentes por tierras españolas (yo no había visto nunca hasta que aterricé por Escocia, y aún allí no abundaban). Smuack!
Escritores Negros: he visitado vuestra página, y a pesar de cierta simpatía gremial (he ejercido bastantes de esos trabajos para los que os ofrecéis), tengo que rechazar vuestra oferta y decir una vez más que este blog es totalmente sin ánimo de lucro (o sin lucro, pero con muchos ánimos), y que no anuncio ningún servicio/producto comercial. Me reservo el derecho de conservar este mínimo espacio como un remanso sin publicidad, que bastante nos rodea ya. Os deseo suerte, dejo vuestro comentario y esta respuesta 24 horitas para que la leáis, y luego borro ambos. Un saludo.
Noema: sigo sin saber cómo diantre enlazar en un comentario, pero el libro en cuestión era uno de los muchos de Phillipson sobre imperialismo lingüístico en la enseñanza de idiomas. También te interesaría (si no has leído ya sobre ello, que probablemente sí) esa corriente que habla de "ecología lingüística" y toda la pedagogía crítica. Muy, muy interesante, si no se lee para una tesina.
Oh, gracias por el enlace. La primera ojeada ya me ha enganchado al libro que, como bien has supuesto, trata un tema que me fascina.
PD: Para lo de los enlaces aquí una sencilla explicación.
Noema: de nuevo el hada madrina de la tecnología me saca de apuros (apuros que no he solucionado antes por pura pereza y falta de tiempo, todo hay que decirlo). Gracias, guapa.
YA ESTÁN AQUÍ LAS PRIMERAS ENDRINAS DE LA TEMPORADA.
Si sigues queriendo hacer tu propio pacharan casero. Septiembre es mes de buenas endrinas. Las endrinas que puedo conseguirte son naturales, ecológicas, silvestres, recogidas y seleccionadas una a una sobre pedido para que lleguen frescas.
.Las endrinas están muy buenas.
Si quieres puedes.
Un saludo y buen día.
Babear ! No puedo esperar a probar esta receta ..
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