¡¡BIRLUPBIRLUPBIRLUP!! (Os prometo encontrar una onomatopeya mejor para el timbre del teléfono. Pero como tengo que revolucionar el mundo de la lingüística, de momento os tendréis que conformar con esta)
Yo (gruñido de exasperación, parece que Dicharachero Televendedor no tuvo suficiente con la friega telefónica que se llevó la semana pasada): -"Oui, allô?"
Santa Madre (jubilosa cual televendedor, sólo que en su caso, el júbilo es auténtico): -"Hola, cariño. ¡Te escuché en la radio!"
Hija Ingrata (oséase, yo), con precaución: -"Ehm, lo sé, mamá. Me llamaste tres segundos después de que terminara la entrevista para decírmelo."
Santa Madre: -"¡A tu tía le encantó oírte!"
Hija Ingrata (un poco perdida): -"A la tía le enc... ¿también escuchó el programa?"
Santa Madre: -"¡TODAS tus tías escucharon el programa!¡Y tus tíos!" (Mi santa madre tiene dos hermanos y dos hermanas, lo cual, sumando los múltiples tíos y tías paternos, se traduce en una cantidad de primos que podría llenar una ciudad de provincias). -"Pero ellos no pudieron venir. Ni los del lado de tu padre, tampoco".
Hija Ingrata (aún más perdida): -"Venir... ¿adónde?"
Santa Madre (sin respirar): -"Pues aquí, a casa, para escucharte, chatita. Los llamé a todos. Al final sólo vinieron tus tías. Hice una tortillita, con calabacín. La vecina iba a bajar, pero lo escuchó en casa, anda ocupada con el hijo, que está malo. A tu tía T. le costó un poco llegar, con la artrosis, se perdió la música del principio -¡le eché una bronca!-. Ella le dijo a tu tío que salías en la tele..."
Hija Ingrata (intentando en vano meter baza): -"Euh, no, no era en la---"
Santa Madre (embalada): -"...ya le dije yo, T., que no escuchas, reina mora, vamos a tener que regalarte un audífono, que no es en la tele, que es en la radio. El caso es que había fútbol -como todos los días aquí, hija, están que no paran, con el cochino fútbol- y tu tío le soltó que para escuchar chorradas de mujeres mejor venía aquí a escucharlas conmigo..."
Durante un breve instante dejo mi pensamiento flotar vagamente hacia la figura de mi tío, hombre entrañable, símbolo viviente de los roles atribuídos a los sexos en el Pleistoceno.
Hija Ingrata (volviendo en mí, y mirando el reloj): -"Eh, ¿mamá?--"
Santa Madre (sin inmutarse): -"...chorradas de mujeres, lo que hay que oír, tu tía estaba de una mala gaita cuando llegó... me dijo que le iba a montar a tu tío un pollo cuando volviera a casa que se iba a acordar por los siglos de los siglos..."
Ahora pienso en mi tía, esa artista de la dictadura matriarcal soterrada, que le lleva a mi tío bien derecho y consigue que aún mantenga esa idea de que el que manda en casa, es él.
Hija Ingrata (con pocas esperanzas): -"...¿mamá?---"
Santa Madre (impertérrita): -"Conociendo a tu tía T., me parece que tu tío va a comer borrajas hervidas el resto de la semana. Pues nos en-can-tas-te, chatita. Estabas elegantísima."
Hija Ingrata (ofuscada): -"Eh, mamá, era una entrevista en la radio. Cuando la hice creo que llevaba puesto un pantalón de chándal. Viejo. Con pelotillas. Cortado por las rodillas a tijeretazos . Y---"
Santa Madre (impávida): -"Da igual, mocetona mía. Sonabas elegante, que es lo que importa. Lo que no entiendo es por qué no saludaste..."
Hija Ingrata (sin comprender enteramente lo que está pasando): -"¿Saludar? Pero si el presentador me ofreció saludar. Y lo hice. Contra todos mis principios. Dije: "saludo a mi ama, que me estará escuchando, y a mi hermano" -que se estará tronchando- (esto lo pienso pero no lo digo en voz alta). -"¿No me oíste?"
Santa Madre (con la indignación de los justos): -"¿Y tus tíos? ¿Y tus tías? ¿Es que no cuentan, o qué? Hija, que yo no te he criado así."
Hija Ingrata (con jaqueca incipiente): -"Ajem, mamá, es que con lo prolífica que es nuestra familia, si me pongo a saludarlos a todos, hubiera necesitado una hora o dos más de programa."
Santa Madre espeta: -"No te pongas impertinente. En fin, que estoy orgullosísima, ya le decía a tu tía, si es que la nena puede hacer lo que se proponga, ya se ve..."
Hija Ingrata (mascullando): -"Claro, de aquí a la gloria."
Santa Madre (convencida): -"¡Pues claro que sí! Hasta presidenta, podrías ser, chiquitina!"
Mi madre es friamente realista y objetiva en lo tocante a evaluar las capacidades y talentos de sus retoños.
Hija Ingrata (pelín sarcástica): -"El problema es que para que te elijan lehendakari hay que ser residente en el País Vasco, mamá. Y me pilla un poco a desmano. Y ser nacionalista -y hombre- ayuda bastante. Me temo que lo tengo un poco difícil."
Santa Madre (enfervorizada): -"¡Tú puedes conseguirlo, chatita!"
Hija Ingrata: -"..." "Mmh, ¿mamá? Te dejo. Es que ando un poco liada, tengo que encontrar el remedio contra el cáncer antes de la cena."
Santa Madre: -"Claro que sí, pocholona. Tú vete a hacer tus cosas. Ya te llamo yo mañana."
...Sabía que nunca escucha lo que le digo.
16 comentarios:
ayyyyy esas madres!!! Creo que todas las hijas pensamos igual, no nos escuchan!! Pero son nuestras madres!!! Me he divertido un ratito! Venga a escribir más! je! je!
Besitos
Hola Arantza,descubri tu blog a traves de Noema ,y cada dia me gusta mas.Cuando me conecto lo primero que hago es entrar para poder deleitarme con la lectura de tus narraciones.Tambien te he oido en la entrevista de la radio y me ha gustado muchisimo,me parece que te he conocido un poquito.
Un saludo cariñoso de una Cantabra
Esas madres.... bueno, yo no debería hablar, porque soy madre ya...de un mocetón de 14 años. Os diré un secreto: cuanto más crece mi hijo, más comprendo a mi madre. Pero que no se entere, que se crece.
Por cierto, escuché la entrevista y me gustó mucho, creo que tienes una bonita voz, y me encanta oirte/leerte.
Un besuco.
Qué bien se está en Montreal, eh!.Todos queremos a nuestros a padres, especialmente cuando los tenemos lejos...Madres españolas, ahh!.
Están muy bien esa "perlas" que has puesto a modo de introducción.
Un saludo.
Ivana y Cris: yo voy a proponer a la Unesco que declare a las madres ibéricas una raza aparte de la humana. En ningún sitio he visto mamás como las nuestras...
Elvira: Bienvenida a la cocina, las amigas de Noema, mi gemela electrónica, son mis amigas :-). Y si también son cántabras, aún más ;-) Pero que no se ofendan los demás, es que el cantábrico tira mucho. Pásate cuando quieras, te reservaremos una silla. De formica. :-)
Dispersa: ahora que tu también eres madre, formas parte de esa raza especial... ;-) Gracias por el piropo sobre la voz, pero cuando intentaba mostrarles a los alumnos de primaria una canción, sólo me dejaban repetirla una vez :-) Me decían que había hecho bien en dedicarme a la pedagógía, porque como cantante habría pasado mucha hambre... qué majos son los críos.
Arantza, me ha encantado la entrevista, y vuestra bonita historia de amor (que bien empezar el lunes con tu historia!).
Bonita voz tiene tu blog! He disfrutado mucho, de verdad.
Un beso fuerte des de Bcn!
Hola preciosa!!!! me encanta jajajajaja....Tiene razón tu madre, suenas "muy elegante", no me extraña que la mujer estuviese más orgullosa que un ocho de su "famosa" hija!!!
Yo tengo una enana de tres años, y ahora entiendo mucho mejor a mi madre en ciertas cosas y valoras otras que antes ni veías, pero todos los días ruego al elenco completo de Dioses del Olimpo que no me toque padecer esa "sordera selectiva" que ella tiene...grrrrrr....la condenada solo oye filtrao!!! menos mal que la mayoria de las veces tengo a mi padre de testigo que si no....
Un beso enorme
Maite
Anoche escuché tu entrevista y me encantó, por un momento Montreal pareció estar mucho más cerca ;)
Jopé, el pasado día 20 estaba en Bilbao en casa de mi familia política y al no tener mi ordenador, no te he seguido... Si hubiera sabido que hablabas hubiera encendido la radio, palabra... A ver si puedes colgar el fichero de audio.
Estando yo en China salí una vez en el Periódico de Catalunya por un asunto más prosaico (http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=390399&idseccio_PK=1032). El periodista no sólo tergiversó mis palabras sin comprender la mitad de lo que decía, sino que además me sacó de la cama a la una de la madrugada cuando me hizo la entrevista telefónica, a pesar de que yo le había avisado de la diferencia horaria.
Cocineros barceloneses: gracias por los piropos, qué barbaridad. Buen lunes a los dos.
Maite: sordera selectiva, je, qué bueno. Veremos si tú necesitas una trompetilla cuando tu hija te hable dentro de un tiempo... ;-)
Lía: pues me alegro. A mí me gustaría que tú estuvieras más cerca, unas clases de tejido caerían pero ya...
Ander: Ya decía yo que hacía tiempo que no te veía por la cocina... dichosos los ojos que te leen. He leído el artículo sobre el error en el DVD, gracioso... en cuanto a los periodistas, yo tuve suerte, Roge es extremadamente considerado y no me ha despertado a las tantas. Algún errorcillo sí que hay en su artículo en el blog, pero nada grave. Probablemente di demasiada información demasiado rápido. Y la entrevista está colgada, échale un vistazo a la sarta de tonterías en la columna de la izquierda del blog.
Ya he escuchado la entrevista, enterita. Que no es ninguna sarta de tonterías, que es muy bonita, hablas con mucho criterio y conocimiento y se nota la elegancia de la que habla tu madre. Me ha gustado mucho vuestra historia (qué vergüencita pasarías en el avión) y lo de los pirulís de sirope de arce en la nieve.
Un besazo.
Por lo pronto lo único que te puedo ofrecer es ser tu "maestra virtual", ya sabes donde estoy si lo necesitas ;)
Ander: sí pasé un poco de apuro en el avión, sí (más que nada, para entender el inglés de la azafata). Pero no mucho, no creas, que tengo bastante poca vergüenza. Y para ya de echarme flores, o van a pensar que eres mi madre escribiendo bajo pseudónimo :-)
Lía: se agradece la oferta. Un beso.
Kaixo Arantza,te escuche en elprograma de Roge,me ha encantado tu historia y tu blog. con toda mi simpatia Lolasarratea.
Lola: gracias por pasarte por la cocina y dejar un comentario. Vuelve cuando quieras.
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