domingo, 3 de mayo de 2009

De tetas y pedagogía


Hace un par de veranos, en mi última visita a las Europas, una ciudad del norte de España, un cuarto de baño en el piso fuertemente hipotecado de Estoico Hermano: me cepillo los dientes con la puerta cerrada, con la vana esperanza de procurarme unos muy necesarios minutos de soledad. La puerta se abre bruscamente. Dada la falta generalizada de pestillos que padecen los domicilios de mi familia española y el exotismo de esa extraña costumbre de llamar a las puertas cerradas, practicada tan poco por mi tribu, no me sorprendo mucho.

Sobrino Espitoso entra corriendo, llevando unicamente unos diminutos (porque él es flacucho, incluso para un niño de cuatro años) slips morados y verdes del increíble Hulk, slips que, por cierto, le compré yo en un ataque de "tíitis" aguda.

Sobrino Espitoso, bajándose los minúsculos calzoncillos y sentándose en el retrete a toda velocidad : -"¡Me meo! ¡Me meo!"

Eso de hacer pis sentado debe de ser producto de su educación. Estoico Hermano -o Recia Cuñada- no confían en lo certero de su puntería. ¿Será genético?

Mi momento de soledad fue breve. Cierro la puerta (conociendo a mi familia, y teniendo en cuenta que el cuarto de baño es un clásico aseo español, dotado de bidé, aún hay espacio para que Estoico Hermano venga a ducharse y Recia Cuñada entre con Bebé a darle un baño de asiento): -"Vale, vale, ¿quieres que llame a la abuela por teléfono? Debe de ser la única que no te ha oído."

Ruidito de tierno pipí infantil. Mientras me enjuago la boca, mirando pensativa mi reflejo, Sobrino Espitoso, igualmente pensativo, apoyando el mentón en una mano, me lanza esta pregunta: -"Tía Arantza, ¿tú tienes tetas?".

Lo miro, la boca ligeramente abierta y las comisuras aún llenas de pasta de dientes, un poco descolocada y ligeramente ofendida, y no precisamente en mi sentido del recato, sino más bien en el pundonor. Que vale que no posea un escote amuebladísimo y voluptuoso, pero coño, lo que se dice tener tetas, tengo.

Yo (abombando un poco el tórax): -"Pues claro que tengo."

Nos ha jodido, el niño. Pero no lo digo, porque estoy intentando no cargarme toda su educación en una semana de visita, y hoy ya me ha oído decir -y repetido en la mesa con gran regocijo - tres "joder" y un "hostias".

Sobrino Espitoso, aún sentado en el retrete, los calzoncillos en torno a los flacuchos tobillos, escrutándome el área pectoral sin ningún disimulo, se permite dudar: -"¿De verdad?". Hay que decir que su madre, Recia Cuñada, está equipada con un escote que provocaría la envidia de Sofía Loren. Hace treinta años también hubiera provocado su envidia (hay que precisar, porque cuando vi a Sofía en la entrega de los Oscar de este año, daba bastante miedo).

Jolín, vale lo de que esta generación está siendo criada sin toda esa horrible culpabilidad católica en lo tocante al sexo, pero caray, este niño tiene cuatro años. Según Freud, tiene que estar como mucho al principio de la fase de latencia, y no interesándose por las tetas de nadie.

Yo: -"Claro. Soy una chica. Las chicas tenemos tet--- pechos."

Sobrino Espitoso: -"Ya le había dicho yo a Iñigo Borja que tú eras una chica. Y no me creía. Me dijo que si fueras una chica, tendrías tetas y pelo largo."
Bonjour, ideas reductoras a los cuatro años.

Yo, cerrando el grifo: -"¿Iñigo B---?" (¿En qué demonios estarían pensando sus padres al bautizarlo así? ¿Estarían borrachos? ¿Qué ha pasado con nombres clásicos como Juan, Pablo?)
-"¿Tu amigo no sabe que las chicas también llevan el pelo corto? ¿Y los chicos el pelo largo? ¿Y que no todas las mujeres tienen tet--- pechos grandes?"
(Probablemente los padres son de la Falange, y le dejan ver reposiciones de "Los vigilantes de la playa". Eso explicaría el nombre. Y el modelo femenino reductor.) -"¿Tú no tienes amigas con el pelo corto en la ikastola ?"

Sobrino Espitoso, ligeramente escéptico: -"Mmh. Karmele tiene el pelo corto, pero yo creo que es un chico. No tiene tetas, y escupe más lejos que nadie."

Yo, secándome las manos con la toalla, lista para destruir prejuicios sexistas a tan tierna edad, toda triunfante de lógica adulta: -"Pero, a ver, tu amiga Karmele, cuando tiene que hacer pis, ¿a qué baño va? ¿Al de los chicos o al de las chicas?"

Sobrino Espitoso, aún no completamente convencido por mi lógica irrefutable: -"Uhm." Se rasca la cabeza, pensativo. Pausa larga. -"Tía, ¿me enseñas las tetas?", dice al fin, sentado en la taza, con expresión seria y científica.

Yo, mirándolo con asombro -adiós, fase de latencia-, me debato en cinco segundos con todos mis principios:

a) Los educativos (deformación profesional): la sana curiosidad científica debe de ser satisfecha con respuestas.

b) Los psico-comportamentales: más allá de la intención pedagógico-anatómica, está el problema de los tabús. Si digo no, y muestro incomodidad, voy a traumatizarlo de por vida, pobriño, va a pensar que la desnudez es algo vergonzoso, su vida sexual será un asco y todo por culpa de su tía, que no quiso enseñarle las tetas en su tierna infancia. Bueno, igual la relación de causa-efecto no funciona exactamente así, pero qué responsabilidad, madre.

c) Por otra parte, mis nobles propósitos pedagógicos van a parecer difíciles de explicar si alguien abre la puerta y me ve en el baño, enseñándole las tetas a mi sobrino.

d) Y lo de satisfacer la sana curiosidad científica tiene sus límites, leche. Que primero es "enséñame las tetas" y a los 15 igual va y me dice que tiene mucha curiosidad por saber en qué consiste la sodomía con un vibrador a cabeza triple -esto del acceso ilimitado a internet es terrible-, y yo en algunas cosas aún soy muy judeocristiana. Y mis instintos pedagógicos tienen sus límites.

Ahí le ando, debatiéndome, cuando en toda su aplastante lógica infantil me suelta: -"Cuando vas a la playa las enseñas, ¿no? Mamá las enseña. Como todas las chicas. Si eres una chica, claro..."

No sabiendo aún si es su lógica la que me ha convencido, o mi orgullo ligeramente picado, me levanto brevemente la camiseta, con expresión resignada. Sobrino Espitoso observa desapasionadamente, con interés taxonómico.

Yo, bajándome la camiseta, con tono concluyente: -"¿Ves? Tengo el pelo corto y soy una chica."

Sobrino Espitoso: -"Es verdad. Son más pequeñas que las de mamá. Pero tienes. Y son un poco más grandes que las de Conchi."
(Conchi es la canguro que va a buscarlo a la salida del cole. Veo que ella también ha caído. Este niño tiene su talento.) -"Pero las de la abuela son diferentes. Como más planitas."

Santa Madre es tan incauta como yo. Debe de ser de familia.

Dicho esto, se levanta, se sube el calzoncillo, tira de la cadena y sale corriendo del cuarto de baño, gritando: -"¡MAMA! ¡MAMAAAAAAA! ¡Tenías razón, tía Arantza es una chica, me ha enseñado las tetas!"

Recia Cuñada, desde la cocina, con tono cansado: -"¿Ella también?"

28 comentarios:

Begoña dijo...

Muy bueno, buenísimo.
Un saludo, Begoña

la Lupe dijo...

Qué listo tu sobrino. Yo se las habría enseñado también. Aunque lo más seguro es que le hubiera dicho "pero pregúntale a tu madre primero", como si me hubiera pedido que le comprase un helado justo antes de comer. El niño gritando "Mamá, que dice la tita que si me puede enseñar las tetas". Casi es peor.

Dispersa Desastre dijo...

Ese niño va para premio nobel... jejejejeje que listo el jod... pillo. Por cierto... ¿de verdad existe un niño llamado Iñigo Borja?????? y ¿aun no han detenido a los padres? Que repelús.
El interés "ciéntífico" de los niños de esa edad por el famoso tema "las niñas tienen tetas los niños pilila" da para un montón de anécdotas. Mi hijo también salió un día del baño diciendo a voz en grito... "mamá, tenías razón, papá también tiene pito... pero (poniendo cara de asco) lleno de pelos". En fin... angelitos.

ata dijo...

Aclaraciones:
1.- Meaba sentando porque de pies no llegaba
2.- Su punteria no ha mejorado
3.- Su profe preferida es Miss Itziar "la de las tetas gigantes"
4.- El calzoncillo de Hulk aún le vale

Pilar dijo...

Que bueno tu sobrino, y yo que pensaba que el mío era un listo. Sinceramente, yo le habría mandado a freír, y no le habría enseñado las tetas. O como diría mi mama "Que te las enseñe tu madre!!".

si, bwana dijo...

Muy divertido el post. Los pisos con un sólo cuarto de baño siempre fueron motivo de polémicas y agrias discusiones interfamiliares. Sobre todo cuando los usuarios superaban el par.

Maria Fernanda dijo...

Yo nunca pordría enseñarle las chichis (tetas, senos, busto...) a mi sobrinito, creo que el pudor mexicano todavía está muy presente. Aqui en Canadá si haces eso los padres pueden hasta demandarte (exgero un poco, pero si ppodría suceder).Creo que yo lo hubiera dejado con la duda o le hubiera explicado que algunas mujeres no tenemos tantos atributos como otras... en fin.. qué chistoso!

Marcela dijo...

Tiene talento tu sobrino, sin lugar a dudas. :D Mirá que andar comparando las lolas de toda la familia...
Ya sabes cómo dicen: "a quien dios no le da hijos, el diablo le da sobrinos". Y creo en esta frase desde el agnosticismo más profundo. A mí por ahora ni uno ni otro; no sé si dar gracias, no vaya a ser que se percaten de la omisión.
Muchos saludos,
Marcela

Anónimo dijo...

Buenísimo!!!
Qué estará investigando este niño dentro de unos años?
Ningún tonto, eh?

María dijo...

Menudos angelitos que son! A mí hace unos años me vino diciendo: ¿Sabes que lo de las chicas se llama pocha? Y yo en plan madre educadora le suelto: Hombre, no es un nombre muy bonito.
Así que mi angelito preguntó: ¿Y cómo lo llamo?
Y yo cogida en falta le dije que siguiera con su nombre....
Saludos

Ginebra dijo...

En mi casa ocurre todo lo contrario. Dado que JB y yo mostramos una tendencia al nudismo casi rayana con el exhibicionismo, en casa todos los niños están al tanto no sólo de quién tiene o no tetas sino de su evolución según la fase del mes, los años, etc. Y del resto de nuestra anatomía también, claro.

The Intercultural Kitchen dijo...

Jajajajaja... ¡caíste! ¡caíste! jajajaja, muy bueno.

salvia dijo...

Je je je, tu sobrino es muy listo!!!! esto me recuerda a la anecdota que me contó una amiga con su niño de 3 años... estaba ella vistiendose en la habitación (en tanga) y entró en niño y salio corriendo de la habitación gritando: "papá papá a mamá se le sale el culo por fuera de las bragas!!!!!" angelito!!!
Pero lo de tu sobrino es mucho mejor!!! lo tiene estudiado y sabe cómo tender la trampa.......

natalika dijo...

Jajaja, tu sobrino es fenómeno. ¡Qué peligro! :D

Agh, después de tantos años compartiendo vida y cuarto de baño con un teutón que siempre mea sentado se me había olvidado ya que en España cañí ese tipo de cosas no existen, no? Los hombres que mean sentados, digo, jijijiji...

The Intercultural Kitchen dijo...

Ay, es verdad, a mí también se me había olvidado el "tema" que menciona Natalika, jaja.

Marcela dijo...

Hay costumbres teutonas que adoro, realmente. Especialmente a la hora de limpiar el baño. :P
Y una amiga italiana daría cualquier cosa por imponer esos hábitos a los miembros masculinos de su familia. Se ve que la mala puntería no distingue nacionalidades.
Da para un estudio antropológico. :D

jb500.blogspot.com dijo...

holaaa

menuda fiera tu sobrinillo...

mi fierecilla de 2 años (tengo otra de 8), tambien tiene la costumbre de pasar por el baño a ver como meamos cada uno de los miembros de la familia, para mi que va para antropologo.

por cierto, no es mala punteria, simplemente que los hombres nos vemos obligados a usar un aparato diseñado para señoras, y claro, pasa lo que pasa...

:-)))

v'sss

natalika dijo...

Juas, juas, juas... ay, cómo se enteren nuestros chicos de las conversaciones que traen consigo sus hábitos urinarios...

jb500.blogspot.com dijo...

por cierto, ginebra... supongo que sera otro jb, lo digo para no tener excesivos problemas con mi sra. esposa...

;-)

con Ka dijo...

Qué jodío el niño.
:D

Marona dijo...

Oye, yo de mayor quiero ser como tu sobrino. :D:D:D:D

Ajonjoli dijo...

vaya vaya, tu sobrino es muy espabilado, ¿no? más que los míos (afortunadamente)
Por cierto, que digo yo que algo habrá que puedas preparar con productos locales, ¿no? yo qué se, con carne de reno o algo así? la verdad que lo siento, no era mi intención segregar a la gente que vive p'al norte.....
un beso.

Arantza dijo...

Begoña: gracias. Un saludo a tí también.

Lupe: Ehm, yo también pensé en pedirle permiso. Y la misma frase me vino a la cabeza. Veo que tenemos el mismo estilo pedagógico discutible.

Dispersa: en mis posts etiquetados "docuficción" hay una mezcla de realidad y ficción. El nombre del amiguito en cuestión es diferente (por aquello de proteger identidades, y demás), pero no me lo inventé: lo escuché horrorizada en un parque.

Ata: veo que Sobrino Espitoso nunca tendrá problemas con la línea.Si la profe preferida es una "Miss", podría darle un sobrenombre en inglés: "Miss Itziar and her enormous boobs", por poner un ejemplo.

Pilar: probablemente su madre ya se las ha enseñado. Y la mía.

Sí, bwana: "sobre todo cuando los usuarios superaban el par..." ¿de tetas?

MF: bonito ejemplo de eufemismo hispánico que cambia de sentido según el país... como tú eres lingüista, te lo cuento porque te va a interesar:-), "el chichi" y no "las chichis", como decís en México, hace referencia (de forma muy zafia y vulgar, por cierto), a otra parte de la anatomía femenina muy característica... de las féminas. Por eso prefiero decir "tetas", así no hay lugar a error. Y aquí en Canadá también queda gente con cierto discernimiento y sentido del humor. Espero. En cuanto a los pudores, hay que decir que en España el "topless" es casi un deporte nacional.

Arantza dijo...

Marcela: mi sobrino es un genio, a estas alturas, habrá hecho un estudio comparativo de las "lolas" de todas sus profesoras.

Cora: si sigue cultivando este talento, va a ser un adolescente realmente feliz :-)

María: mis sobris no tienen nigún problema con la nomenclatura anatómica correcta, yo creo que la segunda palabra que aprendieron probablemente fue "vagina". Y muy probablemente también la soltaron en la primera boda a la que acompañaron a sus padres. Seguro.

Gin: vuestra soltura nudista me parece estupenda, así tus hijos no tendrán que satisfacer su curiosidad ofuscando a sus tías :-)

Noema: y lo que caeré, Noema, y lo que caeré...

Salvia: tampoco le atribuyo tanta premeditación, yo creo que está haciendo un estudio comparativo y que necesitaba un muestrario más variado...

Natalika y Marcela: curioso, aquí los hombres más civilizados y que ocupan un puesto más alto en la escala de la evolución de la especie (o los que viven en pareja, punto), hacen lo mismo. Y no sienten su hombría amenazada.

JB: hombre, sí que tienes un poco de razón. Pero a falta de urinario, uno se sienta. Quién me iba a decir a mí que esta entrada iba a derivar en este debate tan curioso. Por cierto, tu fierecilla quizá vaya para urólogo. Ni tan mal.

Con Ka y Marona: mi sobrino es un vivales. A lo mejor termina como ministro.

Ajonjolí: no te preocupes. Tampoco es como si los que vivimos muy al norte fuéramos mayoría. Y me has dado una idea.

elhombreamadecasa dijo...

Pero qué ratico más bueno he pasado leyendo este post.

Arantza dijo...

Hombreamadecasa: yo sigo tus aventuras con regularidad, aunque no comente. Tus vacaciones familiares me encantaron, y me recordaron por qué odio los cámpings. Yo, o acampo donde me pueda atacar un oso, o prefiero un motel. Me alegro de haberte entretenido un rato.

Vir dijo...

Jajaja! Mancantau! Me he acordado de lo pintoresca (y atrevidilla) que les parecía a los adultos aquella pregunta del crío a su padre en la peli "El príncipe destronado", "papá, tú tienes pito?". Yo no sé si he evolucionado un poco lentamente pero también me quedo fuera de juego ante esas preguntas infantiles... ¿Hasta dónde hay que llegar con la famosa naturalidad? Estos críos son la repera...

Arantza dijo...

Vir: jo, qué recuerdos me has traido de ese cine español que nos tragábamos de críos a principios de los ochenta (los casi cuarentones como yo). Tienes razón con lo de la naturalidad, pero creo que en mi caso responder a las preguntas y dar información es un tic profesional (de profe). Y es verdad que los niños ahora tienen acceso a una gran cantidad de información... difícil de administrar.