viernes, 7 de noviembre de 2008

Cuidado con el gato


... podría herir a alguien mientras duerme la siesta.

Durante catorce horas ininterrumpidas.

8 comentarios:

La cuina vermella dijo...

nena, vaya vidorra la del gato!!!

CRIS dijo...

Parece un buen gato de esos para estrujar, cariñosamente claro y que te llene toda la ropa de pelos, umhh.
Esa señal le hubiera ido muy bien a mis padres que tenían una siamés asesino, se escondía antes de atacarte, el muy c#$&5n.
Buen weekende!

canela dijo...

Lindo gatito ;) me encantan, estaría observándolos todo el día (tengo 3). Su manera de moverse, esos estiramientos yóguicos que se montan a cualquier hora del día y la miradita que te echan cuando piden comida (muy a menudo) me pierden jeje y es que una tiene otras pasiones, además del chocolate ;) Un beso.

canela

Bea Roque dijo...

Confirmado, en mi próxima vida quiero ser gato "casero"....Las mías,se levantan con nosotros para desayunar ( por supuesto que su desayuno se prepara antes que el nuestro)y antes de que salga para trabajar y después de un par de carreritas, ya se han vuelto a dormir hasta las 2 de la tarde...non stop!!!... Tremendo...UN beso para Alfonso...Bea

Anónimo dijo...

Huy!!! Sólo atacan si les has quitado el sitio para dormir... o si te mueves y están apoyados sobre tí.
Aquí quién manda es su señoría el gato.

Anónimo dijo...

Un peligro, claro, imagínate que te contagia la narcolepsia...

Sara dijo...

Hiere mi sensibilidad y me pone verde de envidia.

Besos desde el otro lado del charco!

Arantza dijo...

Cuina, Bea y Sara: y que lo digáis. Cuando me voy de casa a las siete y cuarto de la mañana en pleno invierno, y echo un vistazo a la habitación, con la cara envuelta el gorro y bufanda porque fuera hace veinte bajo cero, y lo veo ahí, a los pies de la cama, y sé que aún estará en la misma postura cuando vuelva por la tarde.... es que la envidia me pudre, hija.

Cris: Los siameses son muy suyos, bonitos, pero muy suyos, yo no tendría uno. Son los aristócratas (aristogatos :-) del mundo felino, y el esnobismo se les nota. Me quedo con Alfonso, que es efectivamente un gato gordo, estrujable, blandito, de siestorro y manta de cuadros.

Canela, chocoadicta: yo también soy una apasionada del chocolate, y de los gatos pienso lo mismo que tú: les envidio la elegancia natural.

María: no creas, Alfonso es demasiado vago hasta para atacar, cuando te mueves y le fastidias la postura, sólo lanza una mirada ofendida.

Lupe: efectivamente. Y si alguien entra en casa para desvalijarla, probablemente se tropezará con él, es un auténtico gato de guardia, se acuesta violentamente sobre cualquiera que entre.