martes, 8 de abril de 2008

Le temps des sucres

Le temps des sucres.

En Quebec, la llegada del deshielo (WOOHOOOOO!!!!!! Ehm, perdón) equivale a la llegada del sirope de arce. Esta maravilla procede del árbol del mismo nombre, pero no cualquier tipo de arce vale, la variedad que lo produce es el sugar maple o érable à sucre. En realidad no es más que la savia del arce, hervida hasta que se evapora una gran parte del agua que la compone, y el resultado es el sirope, esta maravilla ambarina que endulza como nada las crêpes, los yogures, las fresas y una multitud de pasteles.

En los bosques de arces (érablières), los productores hacen un agujerito en el tronco del árbol e introducen una cánula. Debajo hay un cubo metálico colgado, que recoge las gotas de esta precioso néctar. El deshielo es necesario, porque cuando la temperatura sube sobre cero durante el día (¡como hoy!) y desciende bajo cero durante la noche, este helar-deshelar hace que la savia comience a fluir en el árbol, y a llenar los cubos con una rapidez pasmosa. Aunque ésta es la forma tradicional de recogerlo, los productores modernos instalan un sistema de tubos que va de un árbol a otro.

Sirope de arce y... Julieta.

Los quebequeses tienen su propia versión de las sidrerías : las cabanes à sucre. Tradicionalmente, estas cabañas era donde se cocía pacientemente el sirope, ahora son restaurantes populares con manteles de cuadros rojos, y largos bancos, donde en el menú TODO está cocinado en sirope. Platos típicos de este menú: unas tortillas hinchadas como soufflés, bien regadas de... sirope. Fèves au lard (las versión quebequesa de las baked beans, cocidas en... sí, en sirope). Las oreilles de Christ (o de Crisse?), nombre cómico para nuestras tan conocidas en España... ¡cortezas de cerdo! Y la tarte au sucre, delicia de la que me he vuelto fan, y que probablemente hará de mí una diabética, en breve. Otras cosas insólitas son:

  • la tire sur neige; el sirope se vierte sobre nieve limpia, espesa inmediatamente por el cambio de temperatura y con un palito uno se fabrica su propio chupachups;

  • las salchichas de hot dog cocidas en sirope. No apto para cobardes.

Y otros productos derivados:

Le beurre d'érable (mantequilla de arce). El sirope se cuece y bate hasta que adquiere esta textura como de mantequilla. Untada en pan... mmm. O a cucharadas, cuando no te ve nadie.


Galletas feuille d'érable. Ahora que el sabor artificial de arce existe, (sí, existe, y si os parece raro, pensad en el sabor artificial a jamón de las patatas fritas en España), es difícil encontrar galletas hechas con auténtico sirope, pero aún es posible. Éste es el souvenir preferido de todas mis visitas.



Para terminar, una curiosidad: parece ser que uno de los países que más sirope de arce importan es... Japón.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo confieso: aún no lo he probado. Mañana mismo me voy al Corte Inglés a por una botella-barril-tanque de sirope y voy calentando la gofrera. Gracias, guapa!

Maria Fernanda dijo...

No sé por qué me dieron ganas de ir a una cabane à sucre :S

Arantza dijo...

Hola, Vega;
Pues espero que en el Corte encuentres del auténtico, (creo que va a salirte carito, se necesitan muchos litros de savia para producir un poquito), porque hasta ahora en España sólo había visto lo que los quebequeses califican de "sirop de poteau téléphonique" (= sirope de maíz vil y guarrón). Donde sí puede haber, es en las tiendas de dietética, por culpa de una dieta chorro-falsorra que afirma que se puede adelgazar comiendo sólo sirope... personalmente, prefiero tu dieta: sirope con gofres. Mmmmhhh...

Arantza dijo...

María Fernanda y olé: te recuerdo que el año pasado por estas fechas te sugerí algo así, y a tí y a tu compatriota casi se os cae la mandíbula de reíros de mí. Para mí que tú necesitabas una añito más de integración... y un laaaaaargo invierno en la "capitale nationale", para apreciar "le temps de sucres" ;-) Yo estoy dispuesta a "swinguer la bacaisse dans l'fond d'la boîte à bois" cuando quieras, guapa. :-) O à swinguer la Mexicaine, tant qu'à faire. :-D
(Para todos mis lectores ibéricos que saben francés: esto es quebequés avanzadísimo. No os preocupéis si no os coscais de ná.)

The Intercultural Kitchen dijo...

Estupenda entrada. Me ha quedado muy clarito cómo se obtiene este sirope, casi como la resina ¿no? Lo he probado un par de veces aquí (creo que hasta tuvimos una botella rondando un tiempo por casa), pero me imagino que sería del tipo sirop de poteau téléphonique. Por cierto, sé de uno que se va a volver loco cuando lea este post!
Un abrazo, :-D

sumire dijo...

jaja, yo que ya he tenido de esta delicia por casa (del de verdad, gentileza de la autora) tengo claro que el que me traiga este otoño lo quiero en esa garrafa que es mu mona.

Ro dijo...

He disfrutado muchísimo con esta entrada, con lo golosa que soy esta cabane à sucre es una maravilla (me lo apunto todo para un superfuturísimo viaje al Canadá, espero que antes de morir). En Barcelona he encontrado en el Alcampo Maple Joe, absolutely pure maple syrup (producto de Canadá, 100% puro jarabe de arce), son 250 g por unos 4-5 €, ¿será de verdad sirope? al menos pone eso en los ingredientes; en la etiqueta dice que para obtener 1 l. de jarabe de arce se necesitan 40 l. de savia fresca. Me divierto mucho con tu bloc. Un beso!

Arantza dijo...

Noema: parece que no soy la única y que el mundo está lleno de golosos. Lo que es estupendo del auténtico sirope es ese sabor residual como de madera (al principio, pensaba que éstos quebequeses se lo imaginaban, pero con el tiempo he acabado saboreándolo... o participando en la alucinación colectiva :-)

Ro:qué bonito diminutivo, Ro. ¿Será de Rosa? Encantada de que te pases por mis páginas. En cuanto a venir por este lado del charco, anímate, mujer. Ven en cualquier época del año, salvo durante el deshielo, es cuando más feo está el bosque (embarrado, pero tenemos el sirope para compensar :-)
La etiqueta de Maple Joe tiene razón, por eso el sirope sale carito (aunque me esperaba aún más por allí...).

Doña Sumire: siento decepcionarte, pero los envases más bonitos (botellita de cristal en forma de hoja de arce, latita rústica, garrafita pocholona...) no suelen contener el mejor sirope (es lo mismo que pasa con las mujeres, je, je, perdonadme el comentario pseudosexista, es que la treintena me está afectando). El mejor viene en prosaicas latas. De lo que no hemos hablado es de los bombones rellenos de mantequilla de arce, ahhh.

Besos a todas.

Ana dijo...

Ay, Arantza, muchas gracias por explicarlo todo tan bien.
Un amigo quebequés me regaló hace un par de semanas un frasco de "beurre d'érable" recién importado y no sé qué va a ser de mí cuando me lo termine.
Igual te tengo que pedir desesperadamente que me concretes cómo es eso de hacerla a partir del sirope...
¡Un abrazo-aislante-térmico!

Arantza dijo...

Hola, Ana; menos mal que he ido a ver tu perfil, porque si éste no es tu primer comentario, creo que he debido de confundirte más de una vez con otra Ana habitual de este blog (por cierto, que les he echado un vistazo a esas pechugas de pato con peras, y menos mal que acabo de comer, que si no... me visto y me lanzo al super). Si es el primero, bienvenida a la cocina. Lamento decirte que no tengo la más remota idea de cómo hacer la mantequilla de arce en casa, y que no he oído nunca a ningún "autóctono" decir que la ha hecho él mismo (es uno de esos productos como la nocilla, que se compran de toda la vida). Sin maquinaria industrial para batirla no es lo mismo :-). En fin, puede ser una buena excusa para venirte por aquí de viaje, ¿no? Un saludo.