Hace tiempo os conté las dificultades que atravesaba mi amiga Lady D. para encontrar, no a su media naranja, sino a su pomelo ideal, su mandarina desparejada, su clementina correspondiente, su limón enamorado. Y si pensáis que a finales de los treinta o principios de los cuarenta encontrar el cítrico de vuestros sueños no es fácil, tengo que deciros que a los cincuenta, la cosa está aún peor.
Flaming-Hot-Sister y Lady D. se encuentran en mi casa en una cena en nuestra clásica fórmula familia + amigos. Mi cuñada (no Recia Cuñada, casada con Estoico Hermano, de la rama española de la familia, hablo de la rama quebequesa, mi familia política, expresión española que hace reír enormemente a monsieur M.) es una mujer bajita, excepcionalmente divertida, con el pelo corto y de un pelirrojo ojo-que-tengo-mucho-peligro, fumadora empedernida (una auténtica chimenea, tenaz en este país de anti-fumadores, con una rebeldía un tanto admirable, ya que en todas partes, mi casa incluída, se la echa sin miramientos a fumar a la puta calle, con perdón, a 20 bajo cero, llueva, nieve o ventisque).
Flaming-Hot-Sister se ríe con una risa bronquial muy parecida a la de Risitas, el personaje de dibujos de la Warner, risa extremadamente contagiosa e imparable que da ganas de ir a buscarle una mascarilla de oxígeno; se viste de una forma juvenil sin resultar patética, lleva los pendientes más increíbles que he visto nunca (es de esas mujeres que podrían colgarse un par de paelleras de las orejas, y las llevaría con estilo), es capaz de calarse una cantidad respetable de tinto (si es bueno), juega a los bolos con las amigas en su girls night semanal y me adoptó desde el primer momento en que me vio.
En la primera "gran cena familiar" me sentó junto a ella y, siendo independentista acérrima como es, me habló en inglés durante el tiempo en el que yo aún no hablaba ni una palabra de francés, a pesar de todo lo que simboliza este idioma para los quebequeses que piensan como ella. La diferencia de nacionalidad, idioma, opiniones y edad entre las dos nunca pareció ser un obstáculo para disfrutar de su amistad, y nunca pareció juzgarme como lo hizo otra gente (no mucha, menos mal) en aquellos tiempos: como una crisis pasajera de andropausia de su hermano. Esta aceptación de la diferencia con los brazos abiertos, a mi llegada a un país muy lejano, hizo que le tomara un afecto indestructible.
Así que Lady D., Flaming-Hot-Sister y yo estamos de pie en la cocina, esperando a que se haga el café después de la cena, y el tema del encuentro del hombre ideal (o del que sea) sale a colación.
Flaming-Hot-Sister, la cadera apoyada contra el mostrador, dando golpecitos a un cigarro contra su pitillera rosa (que se ha comprado porque esas fotos de cáncer gingival que ponen ahora en las cajetillas le dan mucho asco, y quedan muy feas cuando se saca la cajetilla del bolso), intentando decidirse a ponerse la parka y salir a fumar al patio (hace -18º), dice, agitando la cabeza y haciendo tintinear los pendientes que lleva hoy, una especie de exuberante racimo de monedas de cobre: -"Ahora en invierno, no veas las ganas que me dan de echarme un novio. No sé si es el frío, o el tratamiento hormonal nuevo que me ha recetado el médico, pero cada vez que me arrebujo en el sofá con la manta pienso en lo estupendo que sería arrebujarse contra un pedazo de hombre en pijama..." *Suspiro*. -"Ése es un problema que TU no tienes." Mirándome.
Yo: -"No, pero tengo otros encantadores problemas de vida conyugal con un hijo de la generación hippie, como el de convencer a monsieur M. de que está TERMINANTEMENTE prohibido entrar a hacer caca mientras me maquillo. Mientras yo estoy en el baño, punto. Y que viva el romanticismo."
Flaming-Hot-Sister y Lady D., arrugando la nariz, a coro: -"¡Ugh!"
Lady D., mirando a Flaming-Hot-Sister, corrobora con grandes movimientos de cabeza: -"Creo que nuestro problema es porque mantenemos la temperatura del termostato demasiado baja. Si lo pusiéramos a tope, tendríamos menos urgencias de ese tipo."
Flaming-Hot-Sister, con risotada que suena un poco como un coche sin batería, intentando arrancar en vano: -"Con los sofocos que me produce este principio de menopausia, si subo el termostato tendría que desnudarme. Anoche me dio uno de esos sofocones nocturnos, tenía tanto calor que salí al balcón descalza. Andaba mirando a los árboles hasta que me di cuenta de que estaba descalza, en el balcón, a veintitantos bajo cero. Si hay un termostato que regular, es el mío."
Lady D.: -"No podemos estar en paz ni cuando terminamos la edad fértil. Vaya mierda."
Yo: -"Personalmente, no me importaría que mi termostato individual subiera unos cuantos grados. Siempre ando helada. Escribo la tesina con una manta encima de los hombros."
Flaming-Hot-Sister: -"Espera una década o dos. Escribirás al ordenador en tanga."
Lady D.: -"Por no hablar de la sequedad vaginal. Del aumento de peso injustificado. De los cambios bruscos de humor."
Flaming-Hot-Sister: -"De las pilosidades que se ponen a crecer en lugares hasta entonces desprovistos de pelo."
Yo: -"Jo, vaya par de optimistas."
Flaming-Hot-Sister: -"No es fatalismo, ma chère. Es bajón de estrógenos."
Lady D.: -"Y con el cansancio crónico que tengo, a cuenta de las fluctuaciones hormonales -porque yo ya ando en la pre-menopausia-, como que no me quedan ganas de salir de bares a pescar. Quiero conocer hombres, pero quiero conocerlos antes de las nueve, en pijama."
Flaming-Hot-Sister: -"Tu solución se llama internet, mon chou. Liga sin maquillaje, sin "pretarte" en unos pantalones, sin salir de casa. Mientras ves tu serie favorita comiendo unos Cheetos."
Yo, curiosa: -"¿Has probado uno de esos sitios? ¿Qué tal?"
Flaming-Hot-Sister: -"Por el momento, un lamentable desastre. He tomado café con un ex-presidiario y un ex-cocainómano. Ido a una degustación de vinos con un ludópata y cenado con un tipo que no se había puesto la dentadura postiza antes de salir. Ey, se va a una cita con una mujer y no es capaz de calzarse los dientes. Casi no aguanto hasta el postre. Encima se pide un "crujiente de manzana y caramelo". Con nueces de pecán. No podéis imaginaros cómo le daba vueltas en la boca."
Lady D., con un escalofrío: -"Parafraseando a Obama: Yes, Pecan."
Yo (intentando ser positiva): -"A lo mejor quería ser él mismo, que le conocieras realmente, sin artificios."
Flaming-Hot-Sister: -"Soy una mujer quincuagenaria y soltera. Soy totalmente partidaria de los artificios. Me tiño el pelo, blanqueo los dientes y no salgo jamás sin fond de teint. No voy a ninguna cita sin ponerme el wonderbra. En lo que a tetas se refiere, "High and mighty", es mi lema."
Yo (asintiendo): -"And close to God. Hallelujah."
Lady D., irritada: -"¿Es mucho pedir un hombre emocionalmente maduro, medianamente inteligente, con cierta curiosidad intelectual, generoso, tierno, en contacto con sus emociones, que se cuide un poco físicamente, con casi todos sus dientes?"
Flaming-Hot-Sister y yo (mirándonos): -"---."
Lady D.: -"Bueno, ni siquiera pido que reúna TODOS esos requisitos. El físico, por ejemplo, mientras sea agradable y me atraiga... ni siquiera es necesario que conserve todos sus dientes."
Flaming-Hot-Sister: -"Con tal de que no los olvide en un vaso, antes de salir."
Yo: -"Yo creo que abordando el problema de forma diferente..."
Lady D. y Flaming-Hot-Sister, al unísono: -"Ya tengo un vibrador."
Yo (agitándome un poco): -"Ajem. No, no hablo del "enfoque instrumental" del problema. De hecho, si el problema fuera puramente "instrumental", conozco un par de sitios web que... quiero decir, un día estaba buscando recetas con calabacines en google y..."
Lady D. carraspea, impaciente, clavándome la mirada. La miro de reojo.
Yo (haciendo a un lado la idea, con un gesto de la mano): -"Vale, vale, dejadlo. Estamos hablando de encontrar un compañero de sofá y mantita, ¿no? Lo que quiero decir es que, a lo mejor buscando lugares nuevos en los que provocar nuevos encuentros..."
Lady D., sirviéndose un café: -"Ah, no, el argumento de "cambia tu coto de caza". Ya lo he probado."
Flaming-Hot-Sister (alargando una mano hacia la cafetera, taza en ristre, Lady D. termina de servirse y comienza a verter café en su taza): -"Yo también. ¿Por qué crees que empecé a jugar a los bolos? Es perfecto para sentirse joven, por cierto. Todo octogenarios con pañales de incontinencia. Quiero encontrar un compañero para vivir con él, pero para vivir más de seis meses, si es posible."
Lady D. (añadiendo leche a su café, directamente de la caja): -"Los bailes de salón. Es lo mismo que en los bolos, pero con todo mujeres. Perfecto si decides cambiar de orientación y lanzarte al lesbianismo geriátrico."
Flaming-Hot-Sister (buscando el azúcar en un armario): -"Las ferreterías, los centros de bricolaje. Réno-Dépôt."
Lady D.: -"Home Dépôt. Sección radiales y taladros."
Yo (meditabunda, le echo una mano a mi cuñada en la búsqueda, saco un azucarero de una puerta): -"Taladros. Metafórico."
Flaming-Hot-Sister (sigue, con tono de letanía, echándose en el café una cantidad increíble de azúcar): -"El hipermercado. Las librerías, sección "Espiritualidad y autoayuda."
Lady D. (secunda, en perfecta sincronía): -"Future Shop, sección juegos electrónicos. El salón del automóvil."
Flaming-Hot-Sister y yo, a coro: -"¿El salón del automóvil?"
Yo, ligeramente escandalizada: -"¡Pero si tú vas al trabajo en bici!"
Flaming-Hot-Sister, admirativa: -"Nunca se me hubiera ocurrido."
Lady D.: -"El último con el que salí era del club de montañismo. Pero me gusta ir al club, no quiero jugar demasiado en ese terreno. No quiero empezar a saltarme excursiones porque no me apetece ver al último candidato fallido a "amor de mi vida"."
Flaming-Hot-Sister, asintiendo, comprensiva: -"Lo hemos probado realmente todo. No se puede decir que no lo intentamos."
Lady D., pensativa, asintiendo igualmente: -"Ahá."
Yo, penosamente a falta de nuevas ideas: -"Mesdames, se me han terminado las ideas, no se me ocurre nada nuevo. Siempre podemos recurrir a las estrategias clásicas: organizar una tarde de compras (foto, abajo) y una salida entre chicas."
16 comentarios:
Jajajajaja.... ay.... jajajajaja, que no puedo respirar!
Arantza, qué bueno. Por cierto, tengo dos amigos felizmente casados en la actualidad que se conocieron en la sección de "clavos y tacos" de una de estas ferreterías gigantes. Ella iba a comprar clavos, él los vendía, jeje. It works!
PD: ¿Me puedes explicar de dónde sacas tú esos enlaces tan guays que nos pones (léase dos últimos)?
Yo lo veo como un deporte. Lo de emparejarse, digo. Unas veces se gana, otras se pierde, y en general se suda tinta, hay risas, lesiones musculares, terapia y rehabilitación, y muchas veces una se pregunta "¿por qué no me quedaría yo en casa tranquilita leyendo/ordenando la despensa/mirando al dr. House?". A quien, por cierto, yo le daría uno o varios revolcones.
Bufff.... pensaré mucho, mucho y mucho en este post la próxima vez (siempre la hay) que me enfade con mi Señor J.
Que si que está complicada la cosa, si...y digo yo...si tanto hombres como mujeres estan igual (o eso creo) por que es tan dificil eso de "chocar"???
Y ya puestos...por qué la mayoria de los hombes no entienden que hacer caca mientras una esta en el baño no es de nuestro agrado?? que la confianza esta bien...pero si pasarse leñe!!
Un beso
Maite
PD.- Pero el titulo del post deberái ser "Sin Sexo en Montreal" ;-P
Jua, jua, jua.... La verdad Arantza es que levantas la moral a cualquiera. Jua, jua, jua....
Muxus a todas
La verdad es que es divertidísimo cómo lo cuentas. Ayer lo leí, ya a las dos de la madrugada, y me reía yo sola, mientras mi media naranja se preguntaba qué podía hacer tanta gracia a esas horas.
Si se busca la media naranja perfecta, está claro que no se va a encontrar.
En ese montón de cítricos que vemos, donde todas las pieles tienen algún defecto, hay algunas que cuando las exprimes dan un zumo buenísimo. Un saludo y gracias por tu buen humor.
Esperanza
Arantxa como siempre me has hecho reír ejejej anda que lo del maquillaje en el cuarto de baño....
besin
Vaya qué panorama!,así que no se puede emigrar a Canadá ni por trabajo, ni para ligar,si que estamos mal.Frecuentemente me pregunto ¿dónde están los hombres?.Sí,los hay a todas horas por todas partes, pero a la hora de socializar parece que los solteros se escondan.Son como extras que han hechado a la calle para dar color, en verdad, no existen!!!.
Noema: esos enlaces los saco exactamente de ir de compras y de salir con las amigas, tal y como indica el post ;-). Bueno, el último, el de los "Chippendales" lo descubrí en mi despedida de soltera. Sí, me hicieron una, agh. Lo que fue realmente divertido fue que fuimos a ese club con un par de amigas japonesas, recatadas, púdicas y discretas como sólo saben serlo las japonesas, y... ¡no había quien las sacara del club!
Lupe: absolutely, dear. Tienes mucha razón. Yo veo los esfuerzos que les cuestan a magníficas mujeres que conzco encontrar a alguien medio decente, y creo que es un deporte de riesgo.
Maite: es verdad eso, lo de que numéricamente la cosa debería equlibrarse... a lo mejor en Montreal (y en Quebec en general) es un problema demográfico... Montreal tiene la reputación de ser una de las capitales gay del mundo, y como ya de por sí en Quebec no vive mucha gente (comparando con Europa)... pues como que se eliminan muchas posibilidades. Lo del título es porque vende mucho, no veas la cantidad de gente que ha aterrizado en este blog desde ayer, probablemente buscando páginas guarras... :-D
María: más muxus. XXX
Esperanza: no sé yo... es fácil, desde el punto de vista de alguien con pareja, tender a pensar que la que no encuentra una es porque es demasiado selectiva, pero no creas, no estoy muy de acuerdo con eso. Porque me cuentan unas cosas, que vamos... vale no poner el listón a alturas imposibles, pero hay unos mínimos... yo que sé... lavarse todos los días, y esas cosas... tampoco es que se pidan imposibles...
Alinita: los cuartos de baño han sido motivo de divorcio, te lo digo yo. A ver, yo ofreceré mi amor, comprensión y todo eso, pero el cuarto de baño, ni hablar. Eso es sagrado.
Cris: no, si por trabajo, en este país sí que hay, sin problema. El problema son los hombres. Tienes razón, debe de haber una conspiración. Alguien los ha abducido, y ha dejado en Montreal sólo unos chicos monísimos, musculosos, simpáticos y bien vestidos, pero gays.
Lupe: ...y a mí House... como que no me pone. No sé. Yo -como Noema :-)-, soy más de Harvey Keitel, Nick Nolte, Mr. Big... sí, sí. Raro, lo sé.
Noema: por cierto, ¿sabes que Joy Toyz organiza tardes domésticas estilo "reunión Tupperware?". Pero con "juguetes". Este país es maravilloso.
Uy, chica, ahora que lo mencionas, una amiga de mi hermano se gana la vida con eso en Madrid, haciendo fiestas "tupper" pero con cacharros para el dormitorio en vez de para la cocina, jeje, creo que tiene un éxito del copón! Si es que una se va unos años y se nos vuelven locos estos romanos! :-D
Hugh Laurie tiene un atractivo tremendo. No es guapo rollo portada-de-superpop, pero sí muy masculino, y tiene la edad correcta, y muy buena voz, y escribe ingeniosamente, y sabe tocar el piano... Además, hizo de Bertie Wooster en una serie de la BBC (yo muero por P. G. Wodehouse). Eso es definitivo.
Noema: cómo cambia el patio, qué bien. Si la tesina no pasa, estoy empezando a plantearme el tema como perspectiva de empleo refrescante...
Lupe: Nada, que en "House" no coincidimos. Y qué me dices de Dermot Mulroney? Arf, arf.
http://images.google.ca/images?gbv=2&hl=en&q=Dermot+Mulroney
Vale, me calmo y me voy a la ducha, que probablemente estará fría.
... y es que mi también me gustan un poco más maduritos, y con ese toque "hombretón" y un poco Cary Grant, a la antigua... vale, ahora sí que me voy a la ducha.
:D
Jajajajaja... Me encanta cuando escribes cosas de estas.
Te voy a decir una cosa que casi suena a gilipollez, pero igual me da, es que es verdad: ¡Tienes un "timing cómico" fenomenal!
Natalika: gracias, guapaza. Y tu cumplido no suena a gilipollez, suena a "connaiseur" :-) (si he sido capaz de entenderlo bien, como una alusión al ritmo de mis conversaciones :-). Viniendo de una fan de las réplicas de "Love, actually", me lo tomo como un piropazo.
... quería decir "connaisseur". Eso me pasa por escribir pedanterías antes del café.
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