sábado, 7 de febrero de 2009

Mi vida en un millón de listas : The sound of music


Lista: razones de esta semana para el desequilibrio mental

- La peluquera hoy se ha levantado con resaca de ansiolíticos y me ha hecho un corte, supuestamente de transición entre mi acostumbrado (y monísimo) pixie corto que he lucido durante cuatro años y mi futura melena (la que me estoy dejando crecer) que se parece trágicamente a un cruce entre el peinado de Mireille Mathieu y el corte de pelo de Sor María de "Sonrisas y lágrimas". Un corte de pelo antisexo, vaya. Un mal corte de pelo como éste en un mal momento como éste puede inducir al suicidio a cualquiera. Mientras la ojerosa peluquera termina de embellecerme, ardo en deseos de cortarme las venas ahí mismo, con el difusor, pero decido esperar a llegar a casa.

- Esta semana tengo un encuentro con mi director de tesina y no he terminado el capítulo que debía terminar. Voy a sentarme a balbucear excusas en su despacho con unos cuadros estadísticos ininteligibles y un corte de pelo patético. Mi director de tesina es un eminente lingüista judío y jubilado -barbudo y muy divertido-, que espera a que yo termine de una maldita vez de revolucionar el mundo de la lingüística, para hacer lo que sea que hagan los lingüistas barbudos, judíos y jubilados en Montreal. Los cupcakes a la rosa no dan puntos para la licenciatura.

- La válvula que regula la presión y la temperatura del agua en la ducha ha elegido esta espléndida (y gélida) semana de febrero para irse a tomar por saco, con perdón, temporada en la que el agua fría del grifo sale a una temperatura reafirmante y tonificante, lo bastante reafirmante como para dejarle a una la cara azul después de lavársela. Resultado: escucho cual perro perdiguero, la oreja tendida para ver si los vecinos de arriba están duchándose, o poniendo la lavadora, o fregando platos, y cuando todo es silencio, me lanzo a la ducha. En cuanto tengo el pelo lleno de jabón (en un vano intento de darle otra forma a mi nuevo corte de pelo eclesiástico), los vecinos de arriba deciden ducharse, o poner la lavadora, o fregar los platos. O varias de esas cosas a un tiempo. El agua de mi ducha pasa de una agradable temperatura casi hirviente a unos escalofriantes 2 grados. Reafirmante. Tónico. Mecagoentodo.

- He reducido mis horas de trabajo al mínimo estrictamente necesario para pagarme la tarjeta del metro y no perder el curro, todo ello para poder concentrarme en terminar esa tesina que revolucionará el mundo de la lingüística. Desde hace un mes no salgo a la luz del día, paso las jornadas en pijama o en chándal, comiendo chocolate y haciendo cuadros absurdos llenos de datos absurdos para un estudio absurdo que irá directo a acumular polvo y asquerosas tijeretas en las mazmorras de la biblioteca de Humanidades de la Université de Québec à Montréal (UQÀM). Ayer intenté entrar por primera vez desde hace 18 días en unos vaqueros que hasta ahora me quedaban holgaditos. No consigo atarlos sin ver puntos negros bailándome delante de los ojos. Malditos sean el chocolate, las jelly beans y el método científico. Y la democratización de los estudios superiores. Y todas esas células grasas que me llevé de propina al nacer, y de las que mi Estoico Hermano tiene un trágico déficit. La sociolingüística engorda. Y la ropa blanda no es buena. Es pérfida y adictiva y produce terribles efectos secundarios.

7 comentarios:

La Lupe dijo...

Cómo te comprendo. Me estoy dejando el pelo largo desde el verano (lo llevaba cortísimo, un centimetrito de pelo) y ahora parezco una oveja. Una oveja intelectual, con estudios y gafas de color, pero al final, una oveja.
Ahora que tres meses más y me caerán por los hombros cataratas onduladas y lujuriantes... Eso o me rapo.
Recomiendo bandanas, pañuelos, cintas, cosas de esas, en plan "programa de reducción de daños".

CRIS dijo...

Bueno vas a pasar unos meses diciéndote: me corto el pelo, me corto el pelo, proque tendrás esa medida poco favorecedora pero aguanta, después te encantará verte con melenón.Para esos kilos de más que nos ponemos todas con lo de "cocinar para el blog" nada como esos vestiditos pre-mamá,estilo imperio o sacopatatosos, tapan la barriga hasta que te puedas poner los jeans de nuevo.
Aguanta Arantza y si no te gusta, ponte un turbante y marca la diferencia.

Dispersa Desastre dijo...

Toda mi solidaridad, otra que está intentando que le crezca el pelo. Mi peluquera tampoco es que esté muy inspirada, pero como una tiene el pelo rizado, por lo menos disimula... y sólo parece que estoy despeinada todo el rato...
Por otros motivos también me he pillado unos kilos en lugares poco recomendables que me está costando un triunfo perder, más que nada porque una siempre ha sido delgada ("flaca" que se dice) y nunca ha hecho régimen ni quiere hacerlo y claro, no tengo yo ese espíritu de sacrificio necesario... argggggggg
Vamos a ponernos en plan positivo... que si no encima pillaremos depre. Propongo un plan zen: "zen por zen Pollyanna".
Un besuco.

Anónimo dijo...

Oh!!! cómo te entiendo. Me pasé un año dejándome crecer el pelo y un mes antes de mi boda (lo juro, no me acordaba que me casaba)...me corté otra vez la medio melena. jua, jua.
Y eso de estar pegada al ordenador...¡Amiga! Yo aquí estoy maquetando un manual extrañísimo de una planta salinizadora....Así que entre que hace un frío que pela (cinco grados al sol) y maquetar en un idioma extraño para mí (ruso) he decidido comprarme una infusión que sabe a chocolate. Todo sea por engañar al subconsciente y conseguir que si al menos no bajo los kilos que me sobran no pongo otros.
¡Ánimo que te falta menos!

Anónimo dijo...

Buffff...mal día eh??? (una que es muy perspicaz...), pues hija que no se que decirte, yo también lo tengo muuuuu malo, pero creo que será la luna (debe ser mi herencia Celta, toda la culpa la lleva la pobre luna-lunera-cascabelera) asi que o te das un garbeillo para despejar neuronas o te vas de copas con las amigas (esta ultima opcion te inhabilitará minimo un día más)....no se cura pero se lo pasa una de un bien!!
Un beso
Maite

PD. El pelo crece (el mio lo esta haciendo muuuuuyyyy malamente pero lo hace), el agua frai es rebuena para la piel, los vaqueros los inventó el diablo (yo solo entro en un par desde hace tres meses, pero me niego a comprar una talla mas=empiezo a dar penita pena) y la tesina...ay! niña la tesina va a ser la bomba!!!

de norte a sur et vice-versa dijo...

Hola Arantza,
Cuando te leo cada vez me identifico contigo. Yo también estoy redactando mi tesina, hago una maestria en Études des arts en UQAM, y si a ti te toca revolucionar la linguistica, te diré que yo debo salvar el honor artistico de los dominicanos. No sé como lo llevas tú, pero yo estoy al bordo de tirar la toalla. Debo de depositarla en teoria en marzo, pero creo que mis esperanzas eran verdes y se la esta comiendo un burro. En fin... y mientras "la musa y su familia" me llegan, te leo para darme cuenta que en la vida no hay solo arte sino que también existe el arte pero de la cocina!!!

Arantza dijo...

Lupe: Tú al menos tienes la perspectiva futura de cataratas onduladas y lujuriantes (que las he visto, y es cierto), pero yo, ni eso. Como recompensa a toda mi paciencia, tendré como máximo una cortina lisa, marrón y sin volumen. Pero proyecto rapármela de nuevo y venderla (aunque espero que para entonces ya no sea estudiante, argh). Gracias por la recomendación, corro a comprarme alguna cinta (lo del gorro/gorra/sombrero aquí no es un "fashion statement", es más bien cuestión de supervivencia). También había pensado en ir a romperle las piernas a mi peluquera, que no cambiará el corte que llevo, pero me pondrá de mejor humor.

Cris: Exactamente, eso es lo que me pasa, esa voz que me dice "con lo bien que estabas con el pelo corto, al menos no tenías esa facha de novicia ursulina". Intentaré resistir, lo prometo.

Dispersa (¡cuanto tiempo!): te envío toneladas de buenas vibraciones capilares (a tí, y todas las que se están dejando crecer las crines :-). Otro besuco.

María: ¡infusión de chocolate! Vaya, tengo que probarla, a ver si me engaño el subconsciente. En cuanto al pelo, siempre puedo buscar en el sótano esa peluca estilo Cleopatra -rosa chicle- que me compré para Halloween. Cualquier cosa será mejor que la facha que tengo ahora.
Animo tú también, con ese manual en ruso (si al menos viniera con un ruso guapísimo que te proporcionara las aclaraciones necesarias...).

Maite: ¿irme de copas? Si a las nueve babeo en el sofá... y me cuezo con la caja de bombones de cereza al kirsch que me regala mi suegra todas las navidades. Mis amigas, probablemente ya no se acuerdan de mí, no me ven desde que empecé mi encierro... En fin, gracias por los ánimos. La tesina... o la acabo o acaba conmigo.

Norte a Sur: una arenga, compañera de penas: ¡no lo dejes! ¡termina! (como sea, pero termina). Es lo único que nos separa del maldito diploma. Yo ya ni me planteo mucho sobre lo útil de mi contribución al mundo del saber, hija. Sólo me planteo "get-the-damn-diploma". Mi bloque ha sido mayúsculo, y el mejor consejo que me dieron para terminar con él fue: escribe. Lo que sea. Siéntate al ordenador, abre la tesina, y escribe algo. Muchos ánimos y vitoreos.