lunes, 8 de diciembre de 2008

Eggnog eggspectacular

Parece que todos los países fríos otorgan una gran importancia a que la casa sea acogedora, por la gran cantidad de tiempo que se pasa en ella. Desde que vivo aquí, me ha llamado la atención que el concepto de cozyness, cosyness o cosiness, no puede ser traducido en una sola palabra porque el concepto como tal no existe en español: probablemente porque España goza de un clima clemente que permite a sus habitantes sentarse en las terrazas de los cafés durante prácticamente todo el año, y porque los españoles no pueden concebir un día entero en casa, sin salir a la calle, a no ser que una enfermedad se lo impida.

Cozy es una mezcla de hogareño, acogedor y cálido. Y por lo que parece, no es importante sólo en Canadá.

Dada la coyuntura actual, en la que la economía no está como para salir a tomar cositas fuera, y aprovechando la temperatura de hoy (ver foto -aquí debajo- del canal televisivo "Météo Média", que, como todos los canadienses, consulto de forma intermitente y obsesiva a lo largo de la jornada, especialmente antes de salir; lo que véis debajo de la hora, las 8h 50min. de esta mañanita, es la temperatura del centro de Montreal, 20 gradetes bajo cero, y a la derecha, la temperatura máxima anunciada para hoy, 14 bajo cero, sí, he escrito bien, la máxima), creo que empieza a ser tiempo de un poco de cozyness para beber.


Si tenéis curiosidad sobre el origen de los cascanueces como decoración navideña, que como muchas cosas en Canadá, forma parte de las tradiciones que han ido trayendo los inmigrantes, es una tradición europea (alemana, concretamente). Una amiga lo explica muy bien.


Nada como una tacita de eggnog caliente (esta vez es comprado en la sección lácteos del super) para levantar los ánimos (y el árbol de Navidad) en plena semana de exámenes finales. Aderezado con su cucharadita de ron, (porque el comercial se vende sin alcohol, y por seguir con el ritmo de ingestión de licor de últimamente), su nuez moscada y su canela. La receta para hacerlo vosotros mismos, aquí.

La Navidad en una taza.

11 comentarios:

Pedro dijo...

Adi (mi contraria) lo prepara todas las Navidades y ¡está de muerte!
¡naturalmente con ron!
El próximo sábado, estamos invitados en casa de una amiga alemana y nos ha prometido que va a hacer vino caliente con especias...
Estoy dándole unas clases prácticas de conducir a mi perra Sula, con un gorro de Papá Noel y una bufanda, creo que pasará desapercibida...
¡Por supuesto, mi perra viene a la fiesta...!
Un abrazo para ti y para Monsieur M.

CRIS dijo...

No tenía noticia de que el Eggnogg se vendía en tetabrick ya prepradito para zampárselo en cualquier momento de debilidad.Creo que también he visto la receta con Bourbon en vez de ron,como mi casa necesita cozyness, creo que va caer de postre un día de estos,¿Cómo podéis vivir con esa temperatura?, no es humano, y las marmotillas, se han congelado?.
Un beso

CRIS dijo...

Dios la receta de Martha va bien caragadita de alcohol,crees que alguien se puede despegar de la silla después de comérsela?.Eso si que es estufismo interno.

The Intercultural Kitchen dijo...

¡Ay, qué gemütlich!
Lo que no entiendo es por qué los canadienses están obsesionados en mirar continuamente el tiempo ¿qué diferencia hay entre -14 y -20, o lo que es lo mismo, entre un frío de espanto y un frío de c*j*nes?
Creo que yo hoy me salto la tacita y le voy a dar directamente al tetrabrick (con el chupito añadido correspondiente), me está haciendo falta... voy estresá!
¡Suerte con los exámenes! :-D

Ajonjoli dijo...

¡20 grados bajo cero!
estoooo....a mi holanda ya me parecía frío y creo que raramente bajábamos de 5 bajo cero (bueno, creo que una vez rozamos los 10).
Diossss, no me extraña que no salgan de casa.

Anónimo dijo...

Caramba con la receta del "calientacuerpos" ese...si casi me emborracho solo con leerla!! oye...y eso es legal y todo?
Un beso
Maite

Arantza dijo...

Pedro: espero que Sula sólo beba agua en esa fiesta... :-) Lo del vino caliente he pensado en publicarlo (aquí también se toma), pero estoy esperando a ver si las amigas que viven en Austria o Alemania lo publican primero, a fin de cuentas, viene de por allí. Nos damos por abrazados y os devolvemos los abrazos (ya le he advertido a monsieur M. que no apriete mucho).

Cris y Maite: es verdad que esa receta de Martha es un "quitapenas" de mucho cuidado. Y es que Martha empina bastante el codo, la verdad. Por muy señora que sea. Cada vez que la pillo en la tele está dando la receta de un cóctel. Y no veais cómo los carga, la Martha. Yo no le echo todas esas cosas, (entraría en coma etílico con una taza). Lo preparo sin alcohol, y en el momento de recalentarlo para servir, ahí echo una cucharadita de té de ron por taza.

Noema: :-D la diferencia entre el frío de espanto y el frío de %$&*jones es el viento. 20 bajo cero sin viento se aguantan mucho mejor que 10 bajo cero con viento. Y cuando la temperatura sube cerca de los cero (suele pasar en diciembre) hay riesgo de lluvia congelante, una auténtica plasta para los conductores -y los peatones-, porque una capa de hielo lo cubre todo y las calles se vuelven una pista de patinaje. De ahí lo de ver el canal del tiempo de forma compulsiva. Es para tomar decisiones "fashion", del estilo: ¿pasamontañas o crampones en las botas?

Ajonjolí: no, si salir de casa salimos -muuyyy envueltos en ropa-, pero no veas lo contentos que estamos de volver...

Anónimo dijo...

Dios, -14º de máxima... Y aquí estamos lloriqueando porque llueve y tenemos mínimas de 16º... Yo la que más, buscando medias que no tengan agujeros y acordándome de la cerillera de Andersen...

a n i s h i dijo...

Te dejo un abrazo que te alivie esos grados de menos a ver si con esto y con el trinki entras en calor.
Your blog is cozy, se diría así no?. Pero solo tu blog porque lo que se respira ahí fuera ya veo que es para chuparse los deditos.
Ana

Arantza dijo...

Lupe: los primeros años de vivir aquí estas temperaturas me parecían ciencia ficción. Creo que había una parte de mi cerebro que no acababa de asimilar lo de vivir en un congelador. Hasta que un día en el que estábamos a veintitantos bajo cero, después de hacer las compras en el super y meterlas en el maletero, pasé demasiado tiempo en una tienda, y cuando quise descargar al volver a casa me encontré con que los tetrabriks de leche habían estallado (el contenido se había congelado, así como la lechuga, los huevos, etc.). Entonces pensé que tendría que haber prestado más atención en las clases de física, en lugar de dibujar caricaturas de la monja.

Arantza dijo...

Ana: chica, gracias por el abrazo y el piropo (tu inglés se mejora a marchas forzadas :-). No, si frío hace sólo fuera, como me dice incesantemente mi hombre de las nieves. En casa la calefacción va a toda castaña. En realidad, cuando vivía en España en invierno pasaba más frío en casa que aquí (y es que los sistemas de calefacción no son igual de eficientes). Curioso, ¿no?