A veces los hallazgos más insignificantes pueden ser los que te ponen de mejor humor, sobre todo cuando un 4 de abril el invierno decide volver un momentito, asomar su nariz nevada y hacerte un guiño. El maldito.
Los sugus -hay que escribirlos así, en minúscula, porque han trascendido su nombre propio- me traen varios ecos : mi hermano, mis diez años (o mis ocho, mis nueve...), el cine Java. El "Coliseo Java" era un cine que estaba tan cerca de casa que casi podíamos ir en pijama y zapatillas. De hecho, creo que alguna vez fui en pijama.
A ese cine de barrio que ya no existe, exterminado por los multicines del centro comercial, decorado todo en colores setentas -marrones y anaranjados-, con fotos en blanco y negro, enmarcadas respetuosamente de dorado, de los grandes como Paul Newman, Elizabeth Taylor, Marlon Brando, a ese cine le debo probablemente mi amor desmesurado por las películas. Tenía acomodadores vestidos de librea, de los que te guiaban a tu sitio con la linterna.
Mi hermano me llevaba al cine y siempre (o casi) había una paradita en la máquina expendedora, para comprar sugus o gominolas. Pero los sugus eran mis preferidos. Los comíamos cuando las luces se apagaban, estaban un poco recalentados de tenerlos en la mano, y eran de esos momentos de la infancia donde todo va bien, todo es perfecto, la oscuridad arropadora del cine, con la magia que brilla en la pantalla, el sabor de los caramelos en la boca, y tu hermano mayor que está a tu lado, pasándote uno de vez en cuando porque no es nada egoísta y quiere que la enana le deje ver la peli tranquilo.
Mi hermano está un poco lejos, en este día de abril está nevando como lo ha hecho durante los últimos cinco meses, pero menos mal que hoy tengo sugus. Y un pijama de franela.
2 comentarios:
¿por que volvemos todos a la infancia? ¿tan mal nos va?
Idealizamos la tierra que dejamos atras, los caramelos, las salas de cine, los juegos de mesa, etc...
Preocupante.
Anónimo:
Estoy segura de que entiendes que hay una diferencia entre recordar con cariño y la regresión, así que no me extenderé en el tema. Sólo diré que estoy contenta de tener recuerdos agradables, hay mucha gente que no puede decir lo mismo de su infancia.
Personalmente yo no idealizo ni la infancia, ni el cine Java, ni ningún juego de mesa (?) aunque lo que sí idealizo es la época en la que tenía tiempo para jugar. El tiempo empieza a ser un artículo de lujo.
Y si lees asiduamente este blog, verás que el contenido se basa principalmente en cosas cotidianas que aprecio, así que no hay peligro de que pase la vida añorando el pasado.
¿Y tú? ¿Idealizas todo eso de lo que hablas en tu comentario?
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