Entre las cosas estupendas que se encuentran en Adonis, el supermercado lleno de maravillas fenicias :-), están los kebbeh o kibbeh, el plato nacional libanés.
La primera vez que probé estos deliciosos pasteles o croquetas de carne, fue cuando enseñé en una escuela en la que la mayoría de los alumnos eran de origen árabe, muchos de ellos libaneses. Una de mis estudiantes me enseñó cómo hacerlos al horno, amasando esa pasta de trigo bulgur y carne. Si queréis intentarlo, la receta va aquí. He conseguido encontraros una receta en español gracias a lo difundido de este plato, que fue llevado a Brasil, México, Venezuela y más tarde a otros países de América Latina por los inmigrantes libaneses. En español se les llama, quibe, kibe, kipe o kepe, según el país. Siempre me ha sorprendido la capacidad de trascender fronteras que tiene la cocina. (En Quebec, empieza a haber un grupito respetable de gente que ha adoptado el bacalao a la vizcaína, receta que me he apresurado a difundir, cual palabra de evangelio :-)
El relleno de los kebbeh puede ser variado, y como plato preparado no tienen precio. Son estupendos para un picnic, o después de una buena subida al monte (qué ganas tengo de que termine el deshielo, de que se sequen los barrizales en el bosque, de que broten las hojas y haya de nuevo verde y de poder ir a andar...).
De izquierda a derecha: Kebbeh vegetariano, de pescado, de carne y yogur.
Los vegetarianos son mis preferidos, con su sofrito de garbanzos cocidos, acelgas -verdura más bien exótica por estos lares- y ajito...
2 comentarios:
Ouch, ¡me encanta el kibbeh! Te me has adelantado, jaja, justo tengo preparado en "borrador" una entrada sobre estas delicias. Pero mira, como los míos van a ser al estilo sirio, nos complementamos ;-D
Los mejores que he probado nunca fueron en Siria, en casa de un amigo, rellenos sólo de pura grasa de cordero que al morder salía derretida... ¡un pecado de carne! Mmhhh!
Noema, esto de las coincidencias en el universo culinario, es de lo más curioso... y frecuente. Así que vengan esos kebbehs/kibbehs sirios, que quiero verlos. Además, los míos son comprados, y no hechos en casa, que últimamente trabajo como una leona...
Suenan decadentes, tus kibbeh. Yo que tengo que vigilarme el colesterol desde que vivo en esta parte del continente, bastante atasca-arterias, me conformaré con mirar tus fotos ;-)
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