martes, 29 de abril de 2008

Homo quebequensis noramericanus

Hoy, para celebrar el cumpleaños de monsieur M., y el día primaveral espléndido, hemos hecho una barbacoa. Bueno, más bien ha sido monsieur M. él mismo el que se ha ocupado de la barbacoa, porque, antropológicamente hablando, el asunto de carbonizar animales muertos en este continente es cosa de hombres. Y aunque soy bastante capaz de mantener el fuego encendido (nuestra barbacoa no es de esas de propano, sino una de verdad, de las queman madera), no soy lo suficientemente carnívora como para que me apetezca ahumarme, pinzas en mano, mientras vigilo unos muslos de pollo. Bastante tengo con vigilar los míos, y no lo hago lo suficiente.
Yo me he encargado de la parte verde, con unos "veggie patties", unas tortitas de calabacín inspiradas en parte por una receta de Vega y en parte por una receta de croquettes de légumes croquetas de verduras) de "À la Di Stasio". La fusión de las dos recetas era para evitar la fritura, por los muslos ya comentados anteriormente.
Como ahora no es época de raíces (es más bien en otoño), aunque la receta pone en la lista de ingredientes la chirivía (panais, en francés) yo he utilizado sólo zanahorias, calabacines, cebolla, perejil, menta y patata.

El resultado es muy fresco y un buen acompañamiento para la carne. Servido con tzatziki, tal y como sugiere la receta. También he hecho un postre estupendo, pero eso os lo cuento mañana.



El pollo estaba marinado a la libanesa, con pimentón picante, cúrcuma, pimienta, comino, ajo... y otras especias no identificadas (este pollo viene de Adonis, y se compra ya marinado). El vino, ibérico, por supuesto, monsieur M. apoya la exportación de productos españoles con toda su alma, aunque para ello tenga que sacrificarse y beberse unas copitas. Todo sea por la causa. Y qué bien carboniza el volátil muerto, se ve que le sale la cosa primigenia cuando huele las llamas y la grasilla de pollo que se chamusca . Cuando le veo así, cara al fuego, me vienen vagas visiones de hombres atizando a mujeres con un hueso y arrastrándolas de los pelos. A continuación me vienen las ganas de comer tofu.


Ah, comer en la terraza. Terraza que hace nada estaba llena de nieve (aunque no hay que fiarse, aún podemos tener sorpresas nórdicas). La primera barbacoa del año. Declaro solemnemente inaugurada la llegada del buen tiempo.

7 comentarios:

Lía dijo...

Felicidades a monsieur M ;)
Esas tortas de verduras tienen una pinta excelente.

sumire dijo...

Es imperdonable que no os hiciese ni una misera llamada, pero donde tengo la cabeza?
Mil perdones, sabeis que os quiero mucho a los dos.
Dile a Monsieur M. que me apunto a chamuscar unos cuantos animales muertos.

Marona dijo...

Aaaah, pillina... has conseguido hacer esas deliciosas tortitas de Vega sin freirlas... ¡ahora ya no tengo excusa! Yo tampoco soy muy carnívora, pero ese muslito chamuscado me está haciendo ojitos... ;)

Anónimo dijo...

Felicidades a Monsieur M., Arantza. Vuestra barbacoa tiene una pinta deliciosa. Acabas de despertarme la fiebre de las hamburguesas vegetales. Un beso, guapa.

Arantza dijo...

Gracias a todas por vuestras felicitaciones (y no te preocupes Sumire, en septiembre podrás felicitarle en directo, y asar un buey con él, si quieres, aunque tendrá que ser por filetitos, que nuestra barbacoa es muy modesta). En cuanto le vea esta tarde le siento delante del ordenador a leer vuestros comentarios, que no me estudia nada últimamente y le va venir bien :-)
Bueno, no me estudia, pero lee mucho, uno de sus regalos ha sido la traducción espanola del último Harry Potter... está enganchado a Harry, pero lo lee en castellano... yo que lo lei en inglés cuando salió, tengo como envidia cochina de que él aún tiene ese último libro por descubrir...
Pasad un buen día, guapazas! (o lo que os queda de él, aquí acabamos de comenzar la jornada).

Marmitón dijo...

¡Felicidades, claro está!

Arantza dijo...

Gracias, Montagne, guapo. Besos canadienses.