Este blog suele intentar abriros una ventana sobre el paisaje canadiense -y más concretamente, quebequés-, así que aunque la mayoría de las recetas que propongo tengan un carácter muy "de aquí", intento que puedan prepararse con ingredientes fáciles de encontrar al otro lado del charco, salvo cuando la intención es mostraros una curiosidad, algo realmente típico. Para la de hoy no creo que podáis encontrar todos los ingredientes, especialmente los brotes de helecho, así que mil perdones. Es lo mejor que he podido hacer en unas latitudes en las que las primeras cosechas llegan en junio.
La receta de hoy, básicamente una cenita relajada, de las que se comen delante de la tele con un trapo en las rodillas, está preparada íntegramente con ingredientes quebequeses. Con una excepción: el aceite de oliva de la vinagreta. Podría haber hecho una de esas vinagretas con yogur, pero me parece que no le va muy bien a los brotes de helecho, y la ortodoxia no es lo mío.
A lo que voy: esta cenita muy de temporada consiste en un bocata de bogavante quebequés (en Quebec sabemos que ha llegado la primavera cuando llegan los primeros bogavantes a la pescadería, y florecen las primeras lilas), hecho con pan casero (directamente de mi horno, más local que eso no hay) de centeno y trigo integral, con harinas orgánicas de producción quebequesa.
Lo del bocadillo de langosta o bogavante puede pareceros una herejía, pero en el Canadá Atlántico (Nueva Escocia, la isla del Príncipe Eduardo, Terranova...) y en algunos estados americanos (como Maine) es de lo más típico. He aquí la receta. En Quebec, donde también se pesca este delicioso (y barato, comparando con los precios europeos) crustáceo, es un poco menos frecuente, se come más en ensalada o con mantequilla de ajo derretida. Como curiosidad zoológica os diré que durante bastante tiempo confundí el bogavante con la langosta. Para los curiosos, aquí podéis leer sobre la diferencia.
El toque verde, imprescindible en esta casa, lo pone la ensalada al vapor de brotes de helecho o "cabezas de violín" (têtes de violon o fiddleheads), típicamente primaverales y típicamente quebequeses, de los que ya os hablé.
El perfume lo ponen las lilas del parterre.
11 comentarios:
COMENTARIO REPRIMENDA
Te voy a dar... primero protestas porque dices que en esta época del año por allí todavía tenéis pocas cosas frescas, y luego vas y nos sales con un bocadillo de BOGAVANTE con BROTES DE HELECHO???????
...comotecojatevoyadaryoatibocadilloymedio...
:D ajajaja, estaba a punto de decirte algo parecido a lo de Noema...
... pero de momento me conformo con envidiar en silencio ese pan tan políticamente-correcto salido de tu horno. jo, con lo que me gustaaaaaaa el bogavante, chatina...
Uy!!! ya estaba yo planeando una salida al monte, que otra cosa no, pero helechos en Galicia para parar un tren, cuando (gracias Oh! Dioses que Vigilan) he leido que pueden ser pelin toxicos, vamos que mejor me quedo con las lechuguitas de la huerta....
Un besote
Maite
Ohhhhh lo fiddleheads son brotes de helecho:....ooooooooo........???!!!!! Me he quedado muerta...........mira que he visto esa palabra, y nunca se me ha ocurrido buscarla en el diccionario.........Me ha encantado, brotes de helecho.... ¿ y a que sabe si puede saberse?.. jeje, no me contestes que a brotes de helecho:-))).. ¿se parece a alguna verdura que tengamos por aquí???.
Yo me comía un bocata quebequés ya mismo..
Un beso
B
Aqui en Dorset en bocata de crab,parecido, se encuentra en todas partes.Estos helechos me dan miedo parecen trifidos, creo que no les iba a hincar el diente.Me encantan esas lilas Arantza.
Un beso
Ves mujer como al final has encontrado algo. ¿Así que los pobres quebequeses a falta de otra cosa verde se tienen que comer los helechos...? jejejejeje... ya te dije en su día que me encanta el concepto de comer helechos, es como algo prehistórico... ¡¡Wilmaaaaaaaaa!! ;)
Un beso gordo.
Gracias por tu contribución, Arantza. Me has dejado con la boca abierta. Lo de comer helechos, es lo más hippy que he visto en mi vida (a los hippys yo los llamaba comeflores, pero a partir de ahora van a ser comehelechos). Y lo de que no hay productos locales y de pronto salir con un bogavante....bueno, como la reprimenda ya te la ha echado Noema, pues me callo.
Lo que te envidio y no sabes cuanto es que tengas harinas locales. Aquí, imposible, olvídate del tema. Tomates, aguacates, mangos y papayas tenemos all-year-round. Pero harina, toda se hace con grano de la península. Así que ya ves, con el pan ya habría valido como receta local.
Un beso.
Pues yo estoy con Noema, cuando lo he empezado a leer me he quedado un poco plof, pero el bocata no es de chopped jamía, que te lo has marcado de bogavante nada más y nada menos!!!!!
Fantástico y me ha encantado también descubrir cositas nuevas contigo, como los brotes de helecho.
Un beso sin gluten
Pero qué repelús me dan los brotes esos... Si parecen talmente caracoles... Pon otra receta, por Dios, Arantza, porque cada vez que entro, me pongo mala...
Bocadillo de bogavante???
Ainss yo con uno de calamares me ha valido siempre, pero me anmaré a una recetilla con productos locales.
Por cierto, soy nueva en to blog. Encantada de leerte. :-)
Noema: pues te voy a sonar malcriada, pero cuando una come bogavante barato (y fresco) durante el tiempo suficiente, pero no encuentra fruta que tenga el más mínimo sabor, el concepto de lujo acaba desplazándose. Para mí ahora un lujo es un buen melocotón maduro y jugoso.
Natalika: mi primera primavera en Quebec me atiborré a bogavante. En la segunda, también. Ahora me hacen ilu los dos primeros. Lo sé, lo sé :-).
Maite: cuidadito, que no todas las variedades de helecho son comestibles, como explico en mi otro post. Incluso esta variedad hay que cocerla mínimo un cuarto de hora, si no da dolores de cabeza (por no recuerdo qué producto tóxico que contiene, producto hidrosoluble, que desaparece con la cocción). Así que no os envenenéis, por favor.
Bea: la textura se parece un poco a las yemas de espárrago, y el sabor... difícil de explicar, un poco amargo, lo más cercano son los espárragos trigueros (los verdes).
Cris y Marona: cómo se ve que mis lectores son viajeros, que no se me escandalizan por este lujoso bocata :-). Los helechos no dan miedo, mujer, como dice Marona, son prehistóricos-vernianos (de Verne). Te los zampas leyendo "Viaje al centro de la Tierra", y como que le van muy bien a la novela.
Ajonjolí: es verdad que nos quejamos siempre de lo que no tenemos. Las papayas y mangos que se encuentran por aquí son lamentables, pasan de verdes y duros como el poliestireno a pudrirse en el frutero, sin madurar.
Zerogluten: mi pan me temo que tiene gluten, pero el bogavante estoy segura de que no ;-D.
Una que escribe: qué impresionable, mujer. Tu piensa en Julio Verne, en dinosaurios desplazándose majestuosamente por llanuras cubiertas de helechos gigantes.
Elenita: bienvenida a esta cocina. Coge una banqueta y toma asiento.
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