domingo, 12 de julio de 2009

Bountiful Banana Bread / Cake de plátano mm...mmunificente (y saludable)


Munificente: adj. Que ejerce munificencia.
Munificencia: f. Generosidad espléndida. Largueza, liberalidad del rey o de un magnate.
Toma ya.
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La razón número uno por la que empecé a hornear pasteles y galletas fue una falta total de objetivo último de mi vida.

Bueno, ésa igual no es la número uno. Pero hay alguna más : al haber dejado el opio tranquilizador de la religión tras de mí, con sus explicaciones prefabricadas a preguntas fundamentales como: ¿quién soy realmente? ¿qué hago aquí? ¿hay vida después de la muerte? y ¿por qué monsieur M. no mete jamás la ropa sucia en la cesta?, me quedé con muchos interrogantes y muy pocas respuestas.

También me quedé sin saber cómo funcionan exactamente la atracción entre los planetas, los agujeros negros, el origen del universo, algunas funciones de mi teléfono móvil -que enciendo raramente- y el sistema de cañerías de esta casa, misterio insondable donde los haya.

Otras razones que originaron mi compulsión pastelera fueron: tesina e invierno interminables, pasión por el dulce y colesterol alto (combinación que me impide asaltar las pastelerías tanto como quisiera) y esos genes vascos dominantes que te impulsan a, si no darle un sentido a tu existencia, al menos jalonarla de comidas -y postres- memorables. Al final, a lo mejor no sabrás por qué has vivido, pero al menos has comido de puta madre, con perdón.

Este cake (bizcocho, vaya) de plátano con harina integral, nueces y semillas de lino, igual no os aclara todas vuestras cuestiones metafísicas, pero está rico, tiene enjundia, y una cantidad de omega-3 y de fibra que seguro que mejora vuestras vidas. No les dará sentido, no, pero al menos os ayudará a ir al baño. No hay nada peor que una existencia vacua... sin evacuar. Uno puede vivir en la inconsciencia, pero no estreñido. Los estreñidos tienden a estar de un humor desabrido extremadamente desagradable para los que los frecuentan. Los inconscientes, en cambio, son personas de trato más bien fácil.

Además, esta receta es una forma perfecta de aprovechar esos plátanos "pecosos", demasiado maduros y blandurrios como para llevarlos a ningún sitio (los pobres), pero que aún merecen ser aprovechados.


La receta. El tiempo de horneado difiere bastante del indicado en la receta, mis cakes tardaron 55 minutos a 185º (y mi horno no está artrítico). Si queréis que el bizcocho sea completamente "cardiosaludable" (un buen cake para papá, si tiene el colesterol por las nubes), podéis sustituir la mantequilla fundida de la receta por un aceite vegetal (como el de girasol, yo utilicé aceite de lino).

El resultado está bastante rico, pero tengo que advertiros que no es muy dulce (los golosos no tendrán suficiente) aunque es una de las virtudes de este bizcocho, estupendo como tentempié en el trabajo o en el cole. Como apenas contiene grasa, la textura tiende a ser más de pan que esponjosa. La próxima vez añadiré un poco de yogur, suero de leche -buttermilk- o crema agria (ajustando la cantidad de harina, para que la masa no sea muy líquida), ingredientes que vuelven la textura más mullidita, y sustituiré el azúcar moreno por miel.
Ya me contaréis.

16 comentarios:

CRIS dijo...

Cómo me gusta leerte Arantza, y sobretodo, como hecho en falta la gente como ese sentido del humor tan tuyo y con el que tanto conecto, no cambies , please, y a comer mucho banana bread tuneado con salud.
Un beso

I.E dijo...

Justo ahora tengo en la cocina, sobre mi gran frutero de cerámica verde, unos de esos plátanos "pecosos" que en esta casa ya no queremos comer de buena gana. Así que adelante con el "panque" o "cake", aunque no sé que tan simple será conseguir las sanas semillas de lino.

En fin Arantxa, que me has puesto a pensar en mis razones para hornear... creo que finalmente son similares, demasiado estrés en la maestría, días sin demasiado que hacer mientras uno espera respuesta del director y por otro lado esa mexiacana, también,costumbre de comer bien, largo y tendido, como dirian por acá.

Abrazos...

Anónimo dijo...

Qué envidia de prosa, tu blog es un oasis de buen rollo en el día a día. Solo creo que hay un error en la expliación, tus recetas y entradas sí que dan sentido a la existencia: pasarlo bien.

Muchas gracias

Anónimo dijo...

Ahora que a mi costillo le han diagnosticado diabetes creo que yo tb me pasaré muy definitivamente a la pasteleria casera...
Aqui entre nosotras, esta la mayoria de las veces más rica!! lo de mas sano, eso ya ni se comenta...

Un besazo!!

suddeb

Anónimo dijo...

Ahhhhh....mi pc se muereeee!!

sudebb era el palabro de verificacion! jajajaja..

En resumen: soy Maite!!!

Deprisa dijo...

Buena recomendación. La verdad que es una pena tirar los plátanos tan sólo porque están feos.

Es una manera de aprovecharlos que sin duda probaré.

Un saludo.

Juan Navarro dijo...

El bizcocho no lo haré porque ando escaso de tiempo y las hijas, candidatas a consumirlo con unción, andan por Italia e Inglaterra, por eso del verano, pero me he divertido leyéndote, no sabes hasta qué punto. Gracias, Arantza. (La pequeña de mis hijas anduvo por Montreal dos veranos: aún no me explico cómo no llegó a conocerte).

masterweb dijo...

Te felicito por el blog, saludos Ale
http://www.hagodieta.com

ooo dijo...

Gracias por hacerme reir cada día con tu blog :) ¡Leerte si que alegra mi existencia!

Respecto a la receta, dices que tiene más consitencia de pan que de bicocho, pero ¿tiene suficiente consitencia de pan como para cortarlo en rebanadas y hacer un sándwich, o es demasiado "bizcochoso"? Gracias ;)

Arantza dijo...

Cris: cómo me gusta que me leas :-). Todas esas cualidades que me atribuyes tan amablemente no tienen mérito, son probablemente la consecuencia de comer mucha fibra.

Zarawitta: apresúrate a preparar ese cake antes de que los plátanos mueran. Yo he pasado la mitad de la semana pasada esperando correcciones de mi director, y ha sido terrible. Tenemos el congelador a rebosar de muffins.

Arrozconbacalao: tu nombre me da hambre. Y a las siete y media de la mañana, no tengo perdón. Conservo lo de "oasis de buen rollo" en la memoria, cuando reciba uno de esos correos indignado-agresivos porque el blog es demasiado antireligioso o porque hablo mucho de sexo, me defenderé con estadísticas: "a ver señora, cálmese un poco la intolerancia, que uno de cada cincuenta y tres lectores de mi blog afirma que es un oasis de buen rollo". :-)

Suddeb, digo Maite: absolutely, my dear. Desde que me entrego sin reservas al frenesí pastelero, todos esos muffins que apilan aquí en los mostradores de las cafeterías ya no me tientan. Sigo suspirando por ciertas cosillas (pocas), como una buena carolina de merengue (célebre pastel bilbaíno), o cosas incomprensibles como una palmeraza de chocolate de la tienda chuches de debajo de mi antigua casa. Pero eso no es tanto gula como nostalgia, creo. O una mezcla de las dos.

Deprisa: prueba, y me cuentas. Importante: utiliza los plátanos cuando estén "pecosos", es decir, ligeramente envejecidos, pero no esperes a que estén clínicamente muertos (marrón oscuro).

Señor Navarro: gracias a usted, por leerme -y comentarme-, don Juan. En cuanto a tu hija, que anduvo por aquí, a mí no me sorprende nada que no me conociera, no soy un personaje célebre de la vida montrealesa. Para eso me falta mucho pecho.

Ale: gracias por el comentario, lleno de sutil autopublicidad. He pasado brevemente por tu sitio, y creo que el tipo de lector que pasa por aquí no entra en el perfil de tu lector medio. Hablemos francamente: que por aquí hablamos de recetas de PASTELES, caray. Y tu página se llama "Hagodieta". ¿No detectas una ligera incompatibilidad?

Darjeeling: este cake tira más por el lado "bizcochoso" que por el "panadero", pero yo conozco a ALGUNOS que no tendrían ningún problema en untar dos rebanadas con mantequilla de cacahuete y hacerse un sandwich. E incluso añadir miel a la mezcla. A lo loco, que diría un bloguero célebre. Toma ya, "Hagodieta". Diría yo.

Mónica dijo...

Chiquilla, qué recetas más raras haces, jajaja, pero la verdad es que son muy buenas para la salud, porque siempre arrancan una sonrisa, sino más. Muxus!

Arantza dijo...

Mónica: no creas que son raras, mis recetas, al contrario, a este lado del charco, el cake de plátano es tan típico y maternal como las natillas por España, así que no tengo nada de original, incluso te diría que soy más bien clasicona... encantada de contribuír a tu salud y bienestar general. Más muxus.

Miércoles dijo...

¿Más "cardiosaludable" todavía? Yo uso la versión británica, todo mantequilla y azucar blanco :-) (lo cambiaría por muscovado, pero me da pereza). Sale bastante esponjado. Comparando recetas se me ocurre que antes del yogur yo probaría a meterle otro plátano.
Ah, aquí te dejo la mía, por si tienes curiosidad.

Arantza dijo...

Miércoles: claaro, con mantequilla claro que sale estupendo. Pero es que yo ya necesito desatascarme las arterias, y eso, a mi tierna edad. Así que tampoco quiero echar más leña al fuego, digo colesterol al cuerpo. Pero recomiendo tu versión a todos los que no necesiten controlarse las malvadas grasas saturadas. Me ha gustado pasarme por tu blog, Glasgow, qué recuerdos (yo viví en Edimburgo, pero pasaba por Glasgow relativamente a menudo). Un saludo.

Núria dijo...

Como yo tambien necesito un desatasco y mas despues de vacaciones lo probaré.
Me gusta tu blog...y tus recetas e historias.

Arantza dijo...

Núria: gracias por leerme. Bienvenida a esta cocina. Esperamos verte más veces por aquí ;-)