lunes, 14 de julio de 2008

Do not feed the bears

Las señales de tráfico canadienses son una de esas cosas que te llaman la atención cuando llegas. Sobre todo porque algunas de ellas son propias del país y bastante curiosas, como ésta, que me hizo tanta gracia, y que ahora adorna orgullosamente mi cocina (vaga alusión al apetito voraz y a la talla de las espaldas de monsieur M.):


Cada vez que la veo, en uno de mis ataques de semiótica crónica me pregunto: ¿Qué quiere decir exactamente? ¿Prohibido servir de alimento a los osos? (¿Tendrán miedo de que los turistas o los inmigrantes recién llegados se desnuden, se unten de miel y se sienten al pie de un árbol hasta que venga un oso a zampárselos?) ¿O será más bien una prohibición de servir alimentos a los osos? (Imagino que no querrán que los ciudadanos se paseen dejando cestos llenos de sándwiches, como en los dibujos animados del oso Yogui...)


No pienso infringir esta ley, a menos que un oso cargue directamente contra mí, en cuyo caso le lanzaré cualquier bocata que pueda llevar en la mochila, mi acompañante, si no me es excesivamente simpático, y la novela de bolsillo que siempre me acompaña, si estas cosas son susceptibles de entretenerlo mientras huyo despavorida.

7 comentarios:

Pedro dijo...

Durante el tiempo que estuve viviendo en Alaska, no tuve la suerte (o la desgracia)de ver osos, pero los mooses venían a comer a pocos metros de la casa y si venían con crías, lo mejor era mantenerse a una distancia prudente. No obstante guardo fotografías de ellos como un tesoro.
¡Añoro aquel tiempo!
El otro día, leyendo tu blog, contabas cosas del Otoño en Montreal, ¡me pusiste los colmillos como sables...!
Es una bella ciudad y si pudiera volvería para pasear por sus calles, pero los "jubilatas" tenemos que atenernos a un presupuesto y la crisis (que niegan nuestro inteligentes gobernantes) está haciendo mucha "pupa" en los presupuestos.
Disfruta de tu ciudad y saluda de mi parte a Monsieur M.
Un besote.

Anónimo dijo...

qué divertido jajaja te encontré en un comment que hiciste a la hermosa Ana y su sombrero tejido por amiga y no dudé en venir a ver tu sorpresa... me encanta la variedad de temas que abordas alrededor de la cocina y el humor con el que hablas... te vendré a ver a menudo, yo estoy en comerconlila.com, espero que me visites, hasta ahora hablaba básicamente de restaurantes pero me diversifico y empezare a compartir con vosotras los trucos del chef de los restaurantes que visite...

Arantza dijo...

Pedro: así que viviste en Alaska, qué suerte... yo estoy planeando ir, pero primero tengo que terminar los estudios. Los estudiantes también tenemos que atenernos a un presupuesto ;-)

Comerconlila: bienvenida a la cocina. Pásate cuando quieras, tus comentarios se agradecerán. Voy a hacerte una visitilla, a ver qué cuentas.

Marona dijo...

Hermosa mía, me estoy dejando los cuernos buscando un contacto tuyo para escribirte de manera más íntima ;)
Sólo quería preguntarte tu opinión sobre una dudilla que tenemos con la ruta de nuestra primera semana en USA y no creí que eso interesara demasiado a tus lectores ;)
Este post tuyo me ha hecho recordar que tengo que entrenar mi "wiki-wiki", berrido famoso por tener el poder de ahuyentar a bichos silvestres :D:D:D
Contáctame (en mi perfil está mi email) o dime cómo te puedo contactar, reina mora :)
Besos.

Sara dijo...

jajajajajajajajajajajaja
jajajajajajajajajajajaja
jajajajajajajajajajajaja

Vale, ya está. Me ha encantado el oso disfrazado de reno. Yo también lo haría, que mala leche tienen las autoridades canadienses...

Arantza dijo...

Marona, ma chère: si es que yo hago lo que sea por conservar ese aura de misterio y exotismo. Tampoco es plan que mis hordas de fans se pongan a escribirme a mi dirección privada y me llenen el buzón... Noo, más bien es que soy nueva en esto y tenía miedo de que si ponía un contacto me inundaran de publicidad. Te escribo ya mismo.

Sara: mala leche no sé, pero por precavidos, lo son. Deben de tener miedo que cuando uno se encuentra cara a cara con un oso, claro, la reacción más natural es ofrecerle un bocata de chorizo. O tu brazo, a falta de chorizo. Y luego el pobre animalito se acostumbra, y va por el bosque buscando bocatas de chóped...

liuia drusilla dijo...

Animalicos, que se les va a poner el colesterol por las nubes y de los triglicéridos ésos ya ni hablamos; pobres osos, madre mía.