jueves, 17 de diciembre de 2009

Cuento de Navidad : All I want for Christmas


¡BIRLUPBIRLUPBIRLUP!
Hace el ridículo timbre de estos nuevos teléfonos inalámbricos que ha comprado monsieur M. en un ataque de consumismo electrónico (no es verdad que ellos no consumen, lo que pasa es que consumen chismes aparentemente muy útiles, y generalmente muy caros).

Carreras desenfrenadas hacia el grifo de la cocina. Manos pegajosas de masa de gingerbread, de miel y de otras substancias no identificadas. Tropezón con Santa Madre, que pulula por la cocina montrealesa como lo ha hecho desde el primer día de su visita, cambiando todos los cacharros de sitio y cocinando sin parar. Desde su llegada, no ha hecho más que rebozar merluzas, alimentar en exceso a mis ya sobrealimentados gatos -que por supuesto, la adoran-, decirme que estoy muy flaca, rebozar bacalao, rascarle el cogotillo a Alfonso, decirme que estoy muy flaca y pasar la mopa de forma obsesiva.

Momento de confusión. No encuentro el teléfono. Levanto un plato de pimientos del piquillo rellenos, pimientos que vienen directos de la maleta de Santa Madre, que ha decidido que la ropa finalmente no es tan necesaria en un Montreal a veinte bajo cero, para qué traer jerseys de lana cuando se puede traer espárragos de Lodosa, pimientos del piquillo y turrón de Jijona. Localizo el auricular cuidadosamente envuelto en un trapo de cocina. Inexplicable, sí. Pero no con Santa Madre en casa.

Hija Ingrata, ligeramente sin aliento: -"Oui, allô?"

Santa Madre, con arrobamiento: -"Pero qué lista eres, y qué bien hablas francés."

Hija Ingrata, tapando el auricular con la mirada torva: -" Mamá. Por favor." De nuevo al teléfono: -"Perdone. No le he oído bien."

Pausa. Escucho, en parte con incredulidad y en parte con un poco de hartazgo de recibir siempre este tipo de llamadas. Suspiro ruidosamente. Oigo trastear a Santa Madre detrás de mí. Está sacando una sartén, probablemente dispuesta a rebozar a uno de los gatos, ahora que ya no nos queda pescado disponible. ¿Por qué me llaman todos los locos de la provincia de Quebec? ¿Por qué a mí? ¿Por afinidad? ¿Se habrá corrido la voz de que en la época en la que la veda del telemarketing canadiense estaba completamente abierta mi estilo de respuesta telefónica era, digamos, desenfadado?

Hija Ingrata, con carraspeo nervioso: -"Ajem. Perdone. Usted dice que es..."

Loco telefónico, con risotada risueña : -"Papá Noel, hija mía."
Ya empezamos. Primero una llamada de Dios, y ahora esto. Casi echo de menos los días en los que me llamaban para ofrecerme un servicio de limpieza en seco para alfombras. Santa Madre se ha desinteresado por completo de la conversación en francés, que de todas formas no entiende, y hurga furiosamente en el frigorífico. Debo de haber hecho una pausa demasiado larga para las normas de urbanidad telefónica, porque el desequilibrado al otro lado del hilo telefónico dice:

-"¿Perdona? ¿Sigues ahí?"

Hija Ingrata, respirando hondo: -"Eehm, sí. Papá Noel. O Santa Claus. O quien sea usted. Oiga, ya que estamos, ¿no habrá visto mi número colgado en algún tablón de anuncios del hospital psiquiátrico o centro de día del que me está llamando, verdad? Porque si es así, me haría un gran favor eliminándolo. Lo digo porque ya he recibido otra llamada de un interno. Y no soy un servicio psiquiátrico ambulatorio. Ni el "Teléfono de la cordura". O de la esperanza. O de lo que sea. "

Papá Noel, de excelente humor: -"¡Oh, JO, JO, JO!"

Genial. Un loco minucioso y con profesionalismo.

Hija Ingrata: -"Me alegro de amenizarle la tarde, Santa. ¿Y usted quería...?"

Papá Noel: -"El título no es necesario, guapa. Llámame Nick. O Nicolás. Llamo porque estoy repasando la lista, y no encuentro tu pedido."

Aaah. El pedido. Malditas compañías de regalos por catálogo. Esto ya no sólo es telemarketing prohibido, esto es venta agresiva. Les voy a meter un puro que se van a enterar.

Hija Ingrata, con toda la brutalidad de la que es capaz: -"Mire, Nick. Yo ya he comprado todo lo que necesitaba comprar por navidades. Acabo de terminar una larga fase de vuelta a los estudios, y soy pobre. Mucho. Enormemente. No pienso comprar nada más. Busco trabajo. No tengo dinero. Cero. Y a mi tarjeta de crédito está empezando a salirle eczema nervioso, de lo mal que lo está pasando. Y no me pregunte por mi marido, porque él medita, es zen, es budista y ha eliminado el apego, así que no hay ninguna esperanza de que vaya a comprarle algo. Así que tómese los antipsicóticos y felices fiestas."

Papá Noel: -"¡JO, JO, JO! No, no trabajo para ninguna empresa de ventas, te hablo del PEDIDO, de la carta que tendrías que haberme mandado pidiéndome tus regalos para esta Navidad."

Hija Ingrata: -"Con la de años de experiencia que tiene en su puesto, francamente, tendría que reciclarse, una formación no le vendría mal. Ya nadie escribe cartas, ahora se escriben correos electrónicos. Y yo no le he escrito desde hace un par de décadas, así que ahora no veo las prisas."

Papá Noel: -"Ah, eso de que no estoy al día es totalmente falso, guapa. Yo también pienso en ahorrar papel. Ahora puedes mandarme un correo electrónico sin problemas. Pero ya que estamos hablando, cuéntame: ¿qué quieres que te traiga este año?"

Hija Ingrata, cediendo y sentándose en una banqueta de la cocina, mientras Santa Madre abre una lata de atún y empieza a repartirla entre los dos gatos que la miran con amor absoluto :

-" Bof. Bueno. A ver... si me hubiera preguntado lo mismo hace dos semanas, hubiera pedido un buen libro para poder hacer algo que no hago desde que empecé a escribir la maldita tesina que revolucionaría el mundo de la lingüística : sentarme toda una tarde en el sofá y zampármelo de un tirón. Hace dos semanas todo lo que quería era descansar de la tesina, ir al cine, ver a los amigos, salir a cenar a Chinatown con monsieur M... todo eso. Hoy... digamos que mis prioridades han cambiado." Silencio.

Papá Noel, con voz suave: -"¿Ahora quieres pedirme otra cosa?". Breve. Invitador.

Hija Ingrata, con ojos ligeramente húmedos, saliendo de la cocina para escapar de la mirada interrogativa de Santa Madre y sentándose en el sofá, responde con voz un poco ahogada :

-" Pues mire, sí. Ha habido cambio de planes."

Papá Noel, dulce: -"¿Por qué?"

Hija Ingrata, respirando hondo, limpiándose de un manotazo una lagrimilla que se le ha escapado muy a su pesar: -"...pues porque después de la cena de celebración de final de tesina, cena abundantemente regada con champán, al llegar a casa y desvestirme me encontré un bulto en el pecho. No muy grande, Nick, no vaya a creer. Poca cosa. Un garbanzo."

Papá Noel, haciendo gala de un tacto y una capacidad de escuchar increíbles en un loco con obsesión navideña: -"...¿Y?"

Hija Ingrata: -" Y... parece mentira como un garbanzo puede cambiarle a una la perspectiva, Nick. De golpe, la tesina y sus correcciones finales no eran importantes; el que Santa Madre viniera de visita y engordara a los gatos y me irritara con sus ataques de maternidad ultraconcentrada no era nada grave; la inminente sobredosis de pavo con la familia de monsieur M. dejó de ser terrible. Y rápidamente empezó el baile: médico de cabecera, cirujano, mamografía, ecografía, posible biopsia. Nunca, al menos desde que Sobrino Espitoso puso en duda mi pertenencia al género femenino, nadie había mostrado tanto interés científico por mis tetas como durante los últimos diez días." Nueva respiración honda. Caray, lo que puede terminar contándole una a un desconocido con barba de nylon.

Papá Noel, hablando aún más bajito: -"¿Y qué te gustaría este año por Navidad, guapa?"

Hija Ingrata, con la voz temblorosa: -" Si puedo pedir realmente lo que quiera, Nick, le pediría un buen quiste mamario. O un fibroadenoma. Lo que sea, con tal de que no sea canceroso. Porque si resulta que de verdad estoy mala, los niveles de desvelos maternos de Santa Madre van a subir hasta un punto intolerable. Y hay un límite a la cantidad de comida rebozada que puedo ingerir. Tanto amor podría matarme." Mira a hurtadillas hacia la cocina. Ya lanzada, continúa:

-"Y he sido buena, Nick. Bueno, a lo mejor no todo el tiempo, pero la mayor parte. Y cuando no he sido buena, a mi compañero le gustaba. O a mis lectores . Así que no cuenta."

Papá Noel, con voz cálida y llena de confianza: -"Está hecho, guapa. Tomo nota. Feliz Navidad y un abrazo muy grande."

Hija Ingrata, ahora llorando a moco tendido, sacando un kleenex del bolsillo y sonándose ruidosamente: -"Feliz Navidad a usted también, Nick. Le dejo, antes de que mi madre indigeste a los gatos. Cuídese."

La línea me devuelve un pitido. Cuelgo, me enjugo los ojos, me insulto mentalmente por mi patética blandenguería, me repeino un poco y me dirijo de nuevo a la cocina, a seguir decapitando hombrecitos de jengibre y a repegarles las cabezas arrancadas al intentar pasarlos a la bandeja de horno. Por el pasillo advierto a Santa Madre que si Alfonso alcanza la obesidad mórbida pienso denunciarla a la protectora de animales.

Exactamente veinticuatro horas más tarde, salgo de una clínica tras hacerme la segunda ecografía en una tarde, con el diagnóstico en la mano: Papá Noel me ha traído un fibroadenoma por Navidad. De la talla de un garbanzo.

Decido andar hasta una estación de metro más lejana para darme tiempo de respirar. Paso delante de unos grandes almacenes en los que un Papá Noel flacucho del Ejército de Salvación agita una campanilla y lanza un "Jo, jo, jo" castañeteante de entre la barba postiza torcida (estamos a diecinueve bajo cero). Me paro, busco un par de dólares, los echo en el bote y a su "Merci!" respondo muy seria: -"Gracias a usted, Nick."

(Dedicado a todas las que esperan un diagnóstico, llenas de inquietud. No estáis solas, chicas).

44 comentarios:

Pilar - Lechuza dijo...

Un abrazo muy fuerte y que tu deseo se haga realidad.

Lolah dijo...

Feliz Navidad, Arantza.
Un besazo.

Los viajes que no hice dijo...

No espero diagnóstico, pero se me han empañado los ojitos igual que cuando Nick llamó para lo del pedido...

Dispersa Desastre dijo...

Jo... ya me podía haber llamado a mi el nick ese hace dos años, ya...justo antes de navidades estaba esperando que me llamaran para darme el diagnóstico por lo mismo...
Y estuve malita, y mi madre casi me asfixia de sobreprotección... pero hace un año que ya estoy bien. Esto se cura. Ya no tengo garbanzo.
Un besuco, para Santa Madre también, y para todas las que se estén mordiendo las uñas hasta los codos esperando los malditos resultados... el suspense que gusta es el de las pelis del gordito inquietante ese... como se llamaba... alfred.....

La cuina vermella dijo...

Eso, ánimos a todas, aquí estamos. Gracias Arantza. Un beso a ti y a tu Santa.

Miriam dijo...

Pues... feliz fibroadenoma, menos mal.

Eva dijo...

Me alegro mucho de que no sea nada. Yo tengo dos, uno en cada pecho, desde los 18 años. Unas veces más grandes, otras más pequeños... otras casi me sacan el ecógrafo por la espalda buscándolos, pero ahí están sin dar guerra (afortunadamente).
Te deseo unas Felices Fiestas para recuperarte de la angustia. ¡que se pasa muy mal!
Besos. Eva

Nebulina dijo...

Me has emocionado. Me alegro de que no sea "nada"
Un besazo

Esperanza dijo...

Si es que en el fondo eres chiquitita. (Todos lo somos un poco, no?) Me alegro de que el diagnóstico sea bueno. En cuanto a tu santa madre, recomiendo la técnica del contraataque. El menú navideño de tu familia política con todos sus complementos podría ser un comienzo (aunque cabe el riesgo de que atiborre a tus gatos de pavo relleno por debajo de la mesa. Besotes y feliz navidad!

The Intercultural Kitchen dijo...

Bueno, no sé si conseguiré acertar a las teclas con el berrinche que me he cogido y los lagrimones que me están cayendo (mentira, son berridos de esos con respiración entrecortada). Arantza, tú sí que sabes crear tensión.
PD: gracias Nick :-D

Anónimo dijo...

Hola, por casualidad pasaba por aquí y he leído tu entrada... uf!! empecé riéndome porque escribes con tanta ironía que me encanta pero... uf!!! he terminado sorbiendo moquillo, limpiándome la cara con la mano y apretando al peque que le tengo dormido a mi lado en el sofá. Un abrazo tan grande como tus sobrealimentados gatos y muchas, muchas felicidades por todo... Seguiré leyendote, gracias. Pilar

Marona dijo...

Después de haber inundado el teclado, de que mi té tenga ahora un regustito salado de lágrimas y haberme limpiado la nariz, he tomado fuerzas para decirte que yo también le doy las gracias a Nick por ese regalo que te ha hecho. Gracias a ti por compartirlo, me siento como si de alguna manera me hubiera tocado parte del regalo a mí también. ¡Un achuchón bien gordo! Y ahora relájate y disfruta de Santa Madre y de las Navidades a tope.

Anónimo dijo...

Ojalá pudiese teletransportarme para darte un abrazo de oso amoroso...yo estuve asi hace dos meses. No era navidad pero por lo que veo Nick adelanto mi regalo...

Disfruta de las fiestas, por la tesina, por el garbanzo, por Santa Madre, por Monsieur M., por tus sobrealimentados gatos (guapo Alfonso), por que te llama Papa Noel, por que te lo mereces, por que si!!

Besazo gordo

Maite

PD.- pero que sepas que sta muy feo hacerme llorar en la oficina, me miran raro...como siempre! ;-P

Anónimo dijo...

HOLA ARANTZA:

LEO TU BLOG HACE MUCHO TIEMPO Y ME ENCANTA,PORQUE ME HACE REIR COMO NO TE IMAGINAS, PERO NUNCA TE HE DEJADO UN COMENTARIO. HOY ME DECIDO PORQUE ME ALEGRO DE QUE EL "GARBANZO" NO SEA NADA. DE VERAS, DE CORAZÓN ME ALEGRO.
FELIZ NAVIDAD!!!!

Giputxi dijo...

Yo le pediría a Santa, a Olentzero o a quien fuera, que la parte más real de esta "docuficción" fuera la llamada del gordito.

Un abrazo, Arantza, y mi solidaridad para todas las que estéis en el mismo trance.

PS. Tu ama ha hecho bien en largarse a Montreal, aqui también tenemos nieve (cuatro copos y la A-8 atascada) y un frío considerable.

La Lupe dijo...

¡YUJU!

jb500.blogspot.com dijo...

holaaa

los garbanzos, solo para comer

me alegro muchisimo, un abrazo de osezno, que soy de medidas todo a cien, y calor de pecho amigo

aprovecha la visita, deja a los gatos con tu santa madre y largaos con monsieur M a celebrar que sois cojonudos

v'sss

v'sss

José Antonio dijo...

Arantza; yo soy más de pedírle cosas a los Reyes Magos que al tal Nick pero, ten por seguro, que pondré en mi carta de todos los años que te vaya todo bien y que todo quede en un susto. Por lo demás, deja que te mimen: tu Santa Madre, tu media costilla y, por supuesto, todos nosotros. Cuídate.

Anónimo dijo...

hola Arantxa.

soy una de esas lectoras en la sombra que no hacen comentarios, pero te sigo hace mucho y estás entre mis blogs favoritos. como tanta gente, pasé por lo mismo que tú, con 17 años. y lo cierto es que la angustia es indescriptible.

un besazo. me alegro de que tu regalo sea especialmente lo que querías.

Esperanza dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Esperanza dijo...

Las felicidades por acabar tu tesina se quedan pequeñas comparadas con ESTAS FELICIDADES y QUE SEA SÓLO ESO, NADA.
Besos. Esperanza.

Anónimo dijo...

Pues menos mal que al final no fué "nada". Como alguna de las que ha comentado, yo también tuve un garbanzo y aún encima me lo callé y me hacía creer que no estaba allí. Hasta que no pude más y me puse a llorar como una magdalena. Cuento mi caso porque una de las personas que me atendió me dió un consejo y el garbanzo desapareció solito en menos de un mes: evitar los sujetadores con aro; tan fácil y tonto como eso. Se ve que impiden el drenaje linfático, al menos eso pasó en mi caso. Le hice caso pero tonta de mí, años después lo olvido por coquetería femenina y es un error.
Un besazo y feliz Navidad.
Paula.

Anónimo dijo...

Felicidades Arantza. Gracias Nick.
Realmente me has preocupado y me has tenido en tensión hasta que he leído el diagnóstico, menos mal.

Un besazo.
Txentxo.

a n i s h i dijo...

Joder, joder, joder, nunca te leo el post entero porque me parto de la risa por el camino y decido comentar o abandonar.
Esta vez tampoco podía leerlo porque se me han empañado los ojos pero de dolor, gracias que el final ha sido potable.
Mira, esto es una señal, acabas de entregar la tesina, has hecho un gran esfuerzo, has llevado mucho estrés, esto es una señal, solo tú tienes que interpretarla, yo ya lo he hecho.
Cuídate, cuídate y cuídate.
Tienes un par, hasta para contarlo tienes gracia, eres grande Arantza.
Te deseo Feliz Navidad guapa.
Besos.
Ana

CRIS dijo...

Ánimos y come muchas coles. Me has recordado a Raquel de A Jest of God de Margaret Laurence, salvando las distancias.Cuídate mucho, haz lo que venga de gusto y un abrazo muy grande.

Anónimo dijo...

querida arantxa, me alegro que Nick te haya mandado el modelo de garbanzo correcto (hay que ver la de veces que estos "Santas" se equivocan).
molts petonets, y deja que tu mami te re-hinche de comida rebozada, que eso no pasa todos los días.
petonets,
Alba

Ginebra dijo...

Bueno, menos mal (a ver, que con ustedes no gano para sustos y ya estoy muy mayor yo)

Lucía dijo...

Ánimo, Arantza... y feliz navidad; el 2010 va a ser estupendo, seguro!

Cuídate mucho y besos!!!

acaramelada dijo...

Te conoci a traves del post del calendario de Noema y me enanto, asi que hoy cuando me he puesto a leerte he pasado de la risa(cuando no es la madre de un a la que da la murga es muy gracioso ;) ) a la sorpresa, despues a la angustia y luego de nuevo a la sonrisa. Me alegra infinitamente que Nick te halla traido un diagnostico favorable. Seguire por aqui leyendote. Feliz navidad

Laia dijo...

Arantxa no sabes el alivio al llegar al final del post. Estaba conteniendo la respiración sin saber si les estabas tomando el pelo a Nick o no.
Felicidades por el diagnóstico, la tesina y por la visita de tu Santa.
Un besazo enorme para ti, para M., para tu Santa y cariños a los gatos.
Laia

Unknown dijo...

Arantza, de nuevo por aqui para desearte que pases unas fiestas estupendas alla dondequiera que lo celebres y que todos tus deseos se hagan realidad. Feliz Navidad!!
Un abrazo.

An dijo...

Me alegro de que todo quedase en "nada" un abrazo muy muy fuerte y te deseo unas muy muy felices fiestas al lado de los tuyos. bicos a moreas

Anónimo dijo...

Feliz Navidad y un beso muy grande a tu mamá (nunca olvidaré su marmitako!!)
Me alegro de que todo haya ido bien.
Por cierto, para el 31 hemos previsto arriesgarnos con el pavo (lo encontré deshuesado, y me pareció buena idea). Ya te contaré.
Besazos. Carmen.

snowinseville dijo...

Creí que seguias de celebración por lo de tu tesina y cuando se me ha ocurrido recalar aqui por si acaso habias vuelto.. leo tu post con angustia ¡bendito garbanzo!, seguro que van a ser unas Navidades inolvidables ¡disfrútalas!

Miguel-On dijo...

Me alegra leerte de nuevo y que todo vaya bien.

Besos miles

Miguel-On

Irisibula dijo...

Madre mía, qué maravilla de relato. ¡FELIZ NAVIDAD!

Arantza dijo...

Pilar-Lechuza: parece que al final he sido buena, porque el deseo se hizo realidad. Gracias por los buenos deseos.

Lolah: Feliz Navidad a tí también, y un besazo de vuelta. Sigue cocinando cosas ricas.

Los viajes que no hice: vaya, no quería darte un disgusto. Como ya sabes que la historia tiene final feliz, pues nada, a reír y celebrar.

Dispersa: Vaya, me alegro de que todo saliera bien y te curaras. Tu comentario puede ser muy positivo para las que no tienen tanta suerte como yo en su diagnóstico, para que vean que, como tú bien dices, esto se cura. Mucho ánimo para ellas. Un besuco muy gordo para tí.

Cuina Vermella: gracias, un beso para tí. Transmito tus ánimos a las que los necesitan.

Arantza dijo...

Miriam: gracias, ha sido el mejor regalo que me han hecho nunca. Como me ha recordado un amigo hoy, citando a Woody Allen, las dos palabras más bonitas que te pueden decir son : "Es benigno". :-). Aunque "te quiero" también se agradece ;-D.

Eva: tu comentario me tranquiliza. Gracias. Espero que también tranquilice a otras.


Nebulina: gracias por la empatía. Yo también me alegro, claro. Otro besazo.

Aracne: tengo la intención de vengarme de todos esos empachos de mi infancia :-). Bueno, un poco. Que Santa Madre está mayorcita y tampoco hay que maltratarla.

Sunsun dijo...

Soy otra de las lectoras en la sombra, tan en la sombra, que esta vez he leido lo del garbanzo a toro pasado.
Felicidades porque por una vez el santo de Nick te ha traido el regalo que habías pedido!

Musus!

Marisa dijo...

Me alegro muchisimo de que solo fuera un susto.

María dijo...

¡Ay! Pero que sustos... menos mal que se quedó en eso...
Tus gatos deben de tener una sonrisa tipo el gato de Alicia... Y no te preocupes que sólo están acumulando grasa para este duro invierno. En verano seguro que lo pierden. (Esa es la esperanza que te queda, ja, ja)
Besos desde el lado donde el atlántico se llama mar cantábrico.

cosas de cocina dijo...

Te deseo una pronta recuperación del...susto! La angustia de la incertidumbre es axfisiante.Suerte en todo y saludos!

healthy lunch recipes dijo...

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