sábado, 26 de septiembre de 2009

¿Eres un adulescente?

Imagen de Ed Polish & Darren Wotz

Aunque aparentemente comience con lo que parece un cotilleo, mi post de hoy es en realidad un mini-estudio de antropología social y cultural (tanto leer para la tesina, al final tenía que rendirme un poco). Os sitúo: mi buena amiga Mo me escribe un triste correo para decirme que su novio - bueno, debería decir ex-novio- de casi una década le ha hecho una auténtica marranada. La marranada, como tal, carece totalmente de originalidad, si una piensa que la infidelidad recurrente carece de originalidad en el ránking de indignidades que pueden terminar con una pareja. La forma de confesársela, también carece de originalidad y aún más de estilo: por teléfono. Digamos que en los "cuarenta principales" de maneras de confesar algo así de lamentable a tu pareja, el teléfono sigue de cerca -al final de la lista- al famoso post-it de "Sex & the City".

El ex-novio en cuestión, con el que mi amiga pasaba sólo los fines de semana y las vacaciones, dado que los dos tenían trabajos en ciudades diferentes, anunció su "no estoy muy seguro de que quiera meterme en el compromiso de vivir juntos" tras ocho años de relación y un muy intenso año de vivir por separado con compañeros de piso, saliendo mucho y, qué leches, reviviendo los veinte. El varón en cuestión tiene cuarenta tacos. Y no podía alegar que vivía ahogado por la vida de pareja.
Menos mal que Mo, al final de una interesante treintena, es joven, inteligente, interesante, buena persona, agradable en exceso y guapa a rabiar. Vamos, que no tendrá muchos problemas para encontrar otro compañero si se siente sola.

Si expongo la triste (pero típica, me temo) historia de Mo es sobre todo para provocar un poco de reflexión sobre un fenómeno social que aqueja Quebec en estos tiempos y que yo creía exclusivo de España : los adulescentes*. Por Internet ya pululan los sociólogos y los periodistas que definen este fenómeno -que yo creo algo más que generacional-:

*Adulescentes : (de adultos + adolescentes). (En francés: adulescents, en inglés kidults). Según los sociólogos, dícese de los jóvenes que se resisten a entrar en la vida adulta a pesar de que sus padres a estas alturas ya tenían hijos e hipotecas. Quizás por miedo a las responsabilidades, o directamente porque les parecen un coñazo, el caso es que el mundo occidental está lleno de adultos entre los 25 y los 45 con complejo de Peter Pan.

Estos adultos, que ya peinan canas, visten caras y fardonas zapatillas de deporte y no las utilizan jamás para hacer deporte, llevan chapitas en las solapas o mochilas, van en masa a ver pelis de dibujos animados, leen Harry Potter, recuperan héroes del pasado y vuelven a comprarse los muñequitos con los que jugaban en la infancia. De hecho, el revival un tanto egocéntrico de su infancia es algo en lo que pueden invertir bastante tiempo y dinero.
Por no hablar de ciertos comportamientos inmaduros que abarcan lo sentimental, lo laboral, lo familiar… Y además en España, para completar el panorama, viven con sus padres o compartiendo piso de la misma manera en que lo hacían cuando eran estudiantes. Y cuando digo "de la misma manera", también hablo del comportamiento.
En una época en la que para los adultos es obligatorio ser joven, y en la que los niños quieren ser adultos lo antes posible; en la que las niñas pequeñas y las adolescentes se visten como mujeres adultas y en la que las mujeres hechas y derechas intentan vestirse como adolescentes, el fenómeno de la adulescencia está creciendo en popularidad.

A ver, antes de que se me indigne innecesariamente algún lector (siempre hay alguno predispuesto a indignarse), aclaro: yo llevo zapatillas de deporte (nada caras, pero sí fardonas), aunque a veces (cuatro o cinco por semana) hasta hago deporte con ellas. Tengo una buena colección de camisetas con frases ridículas. Yo también voy a ver todas las películas de Pixar. Y ni siquiera me acompañan niños como excusa. En mi biblioteca reposan todos los tomos de Harry Potter (y las pelis, en esta casa somos grandes potterófilos), aunque también pueden encontrarse cosas como "El ruido y la furia" y hasta algún Erich Fromm (nada grita tanto "carroza" como "El arte de amar" de Fromm). Tengo una hipoteca sobre los lomos y vivo con la misma persona desde hace una década.

No me malinterpretéis. No creo que sólo exista una única manera de ser adulto. También creo que algunos de estos rasgos son generacionales, y que la situación laboral y de la vivienda en España no ayudan a nadie a independizarse, a vivir como un adulto y a comprometerse. Pero a veces me da la impresión de que éstas son estupendas excusas para mucha gente que no quiere crecer.
El sistema de tradicional chantaje afectivo matriarcal de muchas familias españolas, que parece considerar el natural deseo de emancipación de los hijos como una traición al amor de la madre, también fomenta este estado de adulescencia, que se prolonga a veces hasta bien entrados los cuarenta, no sólo sin que nadie se sorprenda, sino considerando al parásito adulto en cuestión como un "hijo/a ejemplar".

Cuando llegué a Quebec, me deslumbró lo rápido que la gente crece aquí: no es raro que un quebequés deje el domicilio familiar a los 18, trabaje, viva con su novio/a y pague sus propios estudios superiores, que cursa mientras trabaja. Me pareció que al fin había llegado a un país donde la gente se hace adulta, con unas posibilidades laborales que permiten que eso suceda con naturalidad. Y yo que había suspirado por independizarme desde que tuve uso de razón. Pero cuál sería mi sorpresa, durante los últimos diez años, cuando vi cómo empezaban a evolucionar -de forma tristemente conocida- algunos de mis coetáneos quebequeses, especialmente (lo siento, caballeros), los del sexo opuesto. El fenómeno se ha extendido tanto en Quebec, que hasta se han hecho películas como "Horloge biologique" ("Reloj biológico"), en la que el sexo masculino (especialmente en la treintena) no sale muy bien parado. Y que está, por cierto, dirigida por un hombre.

Para terminar este post, la cocina montrealesa propone un test de gran sofisticación y de utilidad pública: aplicado con rigor, os permitirá descubrir si vuestro hombre es un adulescente, y preparaos para las consecuencias. Chicos: podéis feminizarlo y aplicárselo a vuestra compañera, porque me temo que la "adulescencia" no es exclusivamente masculina.


TEST : ¿ERES UN ADULESCENTE?

1. Te ingresan el sueldo de este mes en tu cuenta corriente. Te lo gastas en :

A. Todos los muñecos de Star Wars que te faltaban para completar la colección. Y ese juego para la Wii que te apetecía tanto. ¡Yupi!

B. Piensas un poco en ese iPhone... ¡a la mierda las facturas! Respiras hondo, pensando en cómo pagar el alquiler de este mes sin renunciar a él.

C. Pagas las facturas, te las arreglas para dejar un poco en vuestra cuenta conjunta e invitas a tu compañera a cenar a un buen restaurante. Ahorrar es importante, pero un capricho de vez en cuando es razonable. Siempre puedes llevarte al trabajo el almuerzo hecho en casa, para compensar.

D. Pagas responsablemente todas las facturas, e ingresas el excedente íntegro en tu plan de pensiones.

***

2. Te refieres a tí mismo exclusivamente como...

A. Un chico. Un muchacho (o el equivalente) en América Latina.

B. Un joven.

C. Un hombre.

D. Un señor.

***

3. Tu compañera/novia/mujer te dice durante la cena que tenéis que hablar de algo importante:

A. Te tapas inmediatamente las orejas con las manos y repites canturreando: "Noteoigonoteoigonoteoigo..."

B. Te pones a pensar si no echan en la tele algún partido que pueda servirte como excusa para posponer la conversación.

C. Te acercas a ella, le pasas un brazo por los hombros y le preguntas, un poco inquieto: "¿Pasa algo grave, cariño?"

D. Le dices que sabías que finalmente accedería a que tu madre viviera con vosotros. Y que estás orgulloso de que tu mujer no sea una ingrata.

***

4. Cuando vas a visitar a tu madre...

A. No necesito ir a visitarla, ¡vivo con ella!

B. Le llevas un par de coladas de ropa sucia que andaban por el suelo de casa, y unos tupperwares vacíos que te dio la última vez (espera, ¿los has lavado?) para que te los rellene con ese cocido tan rico que hace ella. A mamá le encanta hacer esas cosas por tí.

C. La llamas antes por teléfono para preguntarle si le viene bien que pases por casa o si está ocupada, y para saber si necesita que le lleves alguna cosa. Le llevas el tupperware que aceptaste la última vez, con un buen pedazo del bizcocho que hiciste ayer, y una planta de regalo.

D. Te instalas en su casa tres días, le haces la limpieza, le empapelas el salón y le cambias todos los enchufes. Le lees en voz alta su libro de poesía preferido mientras hace ganchillo.

***

5. Tu idea de una tarde de relajación después del trabajo es...

A. Hombre, si no me está leyendo mi novia... ¡irme a un striptease con los colegas! Si no hay dinero, un paquete de patatas y una buena peli porno son la segunda mejor opción.

B. Echar un partidito de fútbol con los colegas, y luego una buena borrachera post-partido.

C. Llamo a mi compañera antes de salir y quedamos en alguna terraza agradable para tomar algo juntos y contarnos el día. Paseamos un rato y después de la cena hacemos el amor dulcemente. Si ella está cansada, le doy un buen masaje y le lleno la bañera con su gel de baño preferido.

D. Una partidita de cartas, las noticias en la tele y a la cama temprano, que mañana será otro día.


***

6. Tu novia/compañera... te anuncia que tras darle muchas vueltas, está pensando seriamente en tener un hijo. Te pregunta qué piensas al respecto.

A. La miras mientras habla, paralizado como una rata en un cepo, y cuando ha terminado, te levantas de un salto, sales corriendo lanzando alaridos y te precipitas en el bar más próximo.

B. Lanzas una risilla nerviosa y le preguntas: -"¿Tener un hijo... con quién?". Al ver su expresión, enmudeces, te sirves un copazo para ganar tiempo. Le preguntas si no bastaría con comprar un perro.

C. La miras, emocionado, tomándole las dos manos. Le dices que eres consciente de que es una decisión importante que cambiará vuestras vidas para siempre, y que tener un hijo con ella te hará el hombre más feliz del mundo.

D. Le preguntas, enfadado: "Ah, ¿es que se te había pasado por la cabeza NO tener hijos?"

***

7. Tu forma de compartir las tareas domésticas es...

A. ¿Euh?

B. Eehm... vacío el lavavajillas. Cuando "puedo". Y plancho. A veces. Pero no muchas, porque la contraria me dice que no lo hago bien.

C. Cincuenta por ciento de lo que haya que hacer, por supuesto. Cocino, friego, plancho, lo que haga falta. Si ella está muy cansada, no me importa darle un respiro y hacer su parte. Somos un equipo, ella haría lo mismo por mí.

D. Yo hago los trabajos de hombre: transportar cosas pesadas en la compra, los arreglos domésticos, el bricolaje. A ella le dejo las cosas de mujeres.

***

8. Cuando pienso en mis veinte años y en el presente...

A. Ahora encajo mucho más alcohol sin vomitar. Pero los atracones porreros me están haciendo echar tripa, maldita sea.

B. No veo mucha diferencia. Sólo que ahora estoy un poco más calvo y que ya no escucho a Locomía (qué vergüenza). Pero a veces me dan ataques de nostalgia pensando en Samantha Fox.

C. No creo que cualquier tiempo pasado fue mejor. Fueron divertidos mientras duraron, pero ahora no querría vivir como vivía entonces.

D. Yo nunca he tenido veinte años, que yo sepa. Tengo 65 desde los 16.

***

9. La infidelidad...

A. Yo no he sido, nadie me ha visto, no pueden probarlo.

B. Fue culpa de ella, lo juro, se me echó prácticamente encima, introdujo violentamente uno de sus pechos en mi mano, fue casi una violación, y yo cuando tengo semejante erección tengo ciertos problemas de riego en el cerebro.

C. Es un riesgo demasiado grande, el de perder todo lo que hemos construído juntos durante estos años, por un momento de placer pasajero, vacío y culpable. Respeto demasiado a mi compañera para hacerle algo así.

D. ¿Qué es eso? Cariño, ¿dónde has puesto mis calcetines de tenis?

***

10. El compromiso...

A. ¡Aaaarrgggh! A ver, que no porque llevemos siete años juntos somos forzosamente "una pareja".

B. Uhm, ejem, cuando pienso mucho en eso me dan esos ataques de eczema...

C. Es necesario para evolucionar en una relación, y como persona.

D. Hasta que la muerte nos separe, por supuesto. Hemos comprado nichos contiguos. ¿A que es romántico?

***

RESULTADOS:

Mayoría de A:
No hay duda. Eres un adulescente. Lo llevas sin complejos y sin tapujos. Te mereces encontrar como pareja a alguien como tú. Exactamente como tú.

Mayoría de B:
Calma. Eres un tipo normal. Con cierta nostalgia de la adolescencia, y cierta tendencia a la irresponsabilidad, pero nada que los demás no padezcamos. Tu inmadurez está en la media, nada espectacular.

Mayoría de C:
Confiesa: has mentido como un bellaco. La mayoría de los hombres responden, como máximo, una mezcla de B y C. Si has respondido con sinceridad, eres un hombre perfecto. Si por alguna extraña razón eres heterosexual y estás soltero, mándame un correo con tu número de teléfono, que se lo paso a mi amiga Mo ipso facto.

Mayoría de D:
Tú no eres maduro, tú lo que eres es un viejo prematuro. Una cosa es madurez, y otra putrefacción, macho. Sal de casa, entra en el siglo XXI con el resto de nosotros, vive la vida, diviértete un poco, hombre. Lo necesitas.

19 comentarios:

José Antonio dijo...

Arantza. No has podido describir mejor algo que veo (y padezco) a diario, sin ir más lejos, en mi trabajo. Cuando venga mi mujer (está trabajando) le diré que lo lea: ella es de la misma opinión. En mi caso soy un C con bastantes respuestas B ; por eso no te doy mi teléfono para tu amiga Mo... y porque estoy felizmente casado:ayer fue nuestro aniversario (11 añazos). Saludos

Miriam dijo...

Buf, no sé en Quebec, pero te aseguro que aquí en España la cosa es gravisima, porque no solo hay cada vez más adulescentes de esos, sino que las nuevas generaciones vienen ya en ese plan... gente de 25 años que se comporta como si tuviera 18, los de 35 se comportan como si tuvieran 25... Como tú dices, para sujetos como yo, que teníamos ganas de perder a los padres de vista y hacer nuestra propia vida desde los 15 años, cuesta muchísimo entender ese fenómeno. Y digan lo que digan... en el caso de los hombres el tema es muuuucho más grave.

Ander dijo...

Me sale una mayoría de respuestas C... Aunque en mi caso no sé si cuenta al no ser heterosexual... Eso sí, me defino como un chico y no como un hombre (en todo caso, como un joven), y a veces me considero un poco adulescente a mis 29 añitos... Hay que tener en cuenta que hago un doctorado, tengo dos carreras, he vivido en dos ciudades extranjeras –y una de ellas en el otro extremo del continente euroasiático–, cobro una mierda y en precario y ah, no sólo vivo en España sino más concretamente, en Barcelona... Así que por el momento, sólo puedo aspirar a acabar la tesis... y luego ya veremos. Soy un adulescente responsable, ehem.

jb500.blogspot.com dijo...

holaaa

despues de 23 añitos con mi esposa, dos niños, hipotecas, un trabajo decente... empiezo a entender a los adulescentes XDDDD

v'sss

I.E dijo...

En México vivimos de los mismo, chicos de 30 maestrantes con problemas de todo tipo al estilo "tengo 17....".

Yo sí soy sé pero soy niña jajaja ( en esa respuesta B) y como soy sexo femenino no cuenta igual.

Tengo ( me atrevo a decir) SÓLO 26 y no soportaría vivir con más personas en la casa que con mi pareja, no me gusta el desorden y prefiero cocinar que calentar sopas en vacito.

Suerte con con sus adulecentes cercanos, yo quiero ahorcar uno que otro.

Nix dijo...

Holaa! jajaja me he divertido muchísimo con este post..La verdad es que tienes toda la razón!Un besito y me gusta mucho leerte.

Cecilia - Titi dijo...

Creo que pasa en todo el mundo y de verdad más en hombres que en mujeres, casi todas mis amigas y yo incluida, pasamos los 36, leemos Harry Potter, hacemos muchas cosas que hace lagnete de menor eddad y yo me miro al espejo y me siento de 20, la gran diferencia es que vivo sola, me mentengo, tengo un buen trabajo y creo enfrento la vida lo mejor que puedo a diferencia de nuestros hombres que se creen Peter Pan ¿será que al aumentar las espectativas de vida la adolescencia es más larga para ellos?
Titi

The Intercultural Kitchen dijo...

Hm... me he aplicado el test y no sé si debería preocuparme, por lo que me quedo con la definición de Ander, una "adulescente responsable".
De todas formas voy a ser un poco menos diplomática que tú, porque a mí me parece que todos esos motivos para excusar el comportamiento adulescente, situación laboral, etc., son solo eso, excusas para justificar la elección de una salida mucho más cómoda en la vida y buscar siempre un culpable de la situación personal. (He dicho, espero que los lobos no me coman.)
PD: El post-it de Sex & The City pasa a la historia como una de las plantadas míticas.

Ajonjoli dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, esto empieza a ser una pandemia. Yo no lo puedo entender, porque me independicé en cuanto pude, no por problemas familiares, sino por el placer de ser independiente.
Y no te lo vas a creer, pero mi chico saca una mayoría de respuestas C (excepto lo de autodenominarse hombre y el asunto niños, pero en eso coincidimos los dos :) y no parece que mienta, ¡y llevamos 13 años juntos! Por razones evidentes no te doy el teléfono para Mo porque yo lo vi primero :) y lo cuido como el mirlo blanco que es, pero dile a Mo que aún hay esperanza!!!!!

con Ka dijo...

Jaja, lo que me he reído con este test. Yo creo que lo de adulescente es un nombre moderno para algo antiguo... al menos por estas tierras, aunque lo que hay aquí sería más una mezcla de A y D...

Ginebra dijo...

Lo malo es que encima se vuelven unos inútiles.

Marona dijo...

Voy a buscar la respuesta cómoda y tópica: la culpa es de la tele, que no para de mostrarnos lo guay que es tener de 15 a 25... jajajajaja ;)
Por cierto, la trinidad queda oficialmente establecida: manzanas, calabazas y membrillos ¡VIVA!

Snowinseville dijo...

Espero que no te importe, he puestot tu post en mi page de Facebook. Espero q a muchos les de que pensar. Gracias.

Arantza dijo...

José Antonio: constato que es realmente una pandemia, casi peor que la gripe A. Feliz aniversario.

Miriam: parece ser que hacerse mayor y envejecer no mola. Como modelo estético es un poco absurdo, porque si hay algo que es seguro es que envejecemos y que moriremos. Lo que no es tan seguro es que esos años acumulados nos hagan ganar una cierta sabiduría, o que vayamos a conservar la misma talla de vaqueros. A las que se obsesionan por mantener la misma silueta/forma de vestirse/comportamiento que a los veinte, les lanzo una advertencia: las de veinte siempre ganan. Más vale llevar la edad que tenemos con dignidad, con buen humor si es posible.

Ander: el estado "adulescente" no hace distinción de orientación sexual (ni de sexo, aunque según Miriam es más grave en el género masculino). Yo tampoco. Lo de la heterosexualidad era para conseguirle un teléfono de un hombre interesante a mi amiga Mo. No sabía que eras tan jovencito :-)(es que yo tengo la misma edad que J.), hasta los treinta yo creo que es lícito que te autoproclames un chico. Pero luego no hay que estirarlo demasiado, ¿eh?. Más vale ser un hombre que se mantiene joven y dinámico, que no un "chico viejo". Lo de los estudios prolongados sí que puede -en algunos casos- producir la ilusión de la juventud que se prolonga, aunque no en mi caso. En mi clase hay gente de casi 50 (no es raro en Quebec), lo cual no impide que, comparando con mis compis, la mayoría en los veintitantos, me sienta vieja.

Arantza dijo...

JB: nadie dijo que ser adulto fuera fácil ni -siempre- divertido. Pero es justo y necesario :-D.

Zarawitta: a tí la adulescencia no te acecha, 26 y ya tan madurita. Lo que decía, es una auténtica pandemia.

Nix: un saludo, y gracias por pasarte por la cocina.

Titicandia: leer Harry Potter no puede ser considerado una prueba de adulescencia, afirmo. Yo también lo leo, pero no me siento como de 20 (me he quedado más enganchada en los 30). A los 20 no tenía dinero (bueno, ahora tampoco es que nade en la abundancia), no tenía trabajo, no tenía experiencia, no tenía una relación adulta con otra persona y no tenía ni idea de quién era ni de lo que realmente quería hacer con mi vida. Ahora tengo mis dudas, pero al menos sé lo que quiero hacer con esta semana. Que ya es algo.

Noema: ¡viva! Alguien que aboga por la responsabilidad personal. Algo que no está muy de moda, por cierto. Pero parece que los lobos no leen este blog, porque nadie se ha indignado.

Ajonjoli: Lo de tener niños (o una hipoteca, uj) no es necesariamente índice de madurez (de hecho, en algunos casos es pura inercia), lo que es indicativo de madurez es cómo el hombre en cuestión afronta el debate de decisiones adultas tales como reproducirse. Ese chico guárdalo bajo siete llaves, no lo dejes salir de casa, por si acaso. ¿No tendrá un hermano que se le parezca? :-) Lo digo por Mo...

Con Ka: qué buena forma de resumirlo, un nombre moderno para algo antiguo.

Ginebra: la inutilidad crónica es uno de los síntomas claros de adulescencia.

Marona: te has dado cuenta, je, je. No veas lo que me ha costado encontrar un estampado "retro" de calabazas que sirva de papel pintado a la cocina. Sé que es un poco cargado, pero entre párrafo y párrafo de sapiencia lingüística me lo paso bien.

Nieves: gracias por avisarme (mucha gente no lo hace). No me molesta en absoluto, simplemente una mención al autor es de agradecer.

Arantza dijo...

Nieves: (... si ya está incluída, disculpa que te lo haya recordado, es que no tengo página Facebook, ni intención de tener una, así que no puedo verla). Un saludo.

Arantza dijo...

Noema: mencionas el pos-it, pero...¿has visto el magistral trailer de "Reloj biológico"? (En francés con subtítulos en inglés).

Anónimo dijo...

Cuando me emancipé a la edad de 25 años y despues de casi cinco de vida laboral un amigo me preguntó: ¿pero por que te vas de casa si te lo dan todo hecho?.........si, yo pensé lo mismo!!

Un beso guapa!!

Maite

Arantza dijo...

Maite: estoo, estoy pensando en los quebequeses que leen esta página (y los hay, los hay), y lo que tienen que estar pensando ellos, al leer tu comentario... qué bochorno ajeno. Y sí, yo estoy pensando lo mismo.